Lo primero que debemos dejar en claro es que ningún acto de terrorismo es justicia. También, hemos de ser enfáticos en llamar la atención del mundo, porque están asesinando diariamente a seres humanos en Palestina y Siria, sin dejar de mencionar que la mortandad en Yemen, Libia e Irak, sigue dándose con el silencio mediático y la hipocresía de los gobiernos poderosos del mundo, socios de los terroristas de Estado Islámico (EI), en grave ofensa de lo que es el Islam, amor y vida en paz.

Esta hipocresía se ha hecho más patente a propósito de los actos terroristas de los que fueron objeto ciudadanos franceses, quienes directamente no son culpables de que sus gobernantes sean la causa de tales actos macabros, como consecuencia de las alianzas que desde la Unión Europea (UE) y el gobierno de Barack Husseín Obama desde Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) han venido aplicando como política para sacar del poder a gobiernos legítimamente constituidos, como el de Bashar Al Assad, con una voracidad energética que los pueblos como Siria, Libia e Irak han resistido a costa de sus vidas.

Todo el mundo sabe que en Europa y EEUU han financiado, entrenado y equipado al EI, para cometer actos de terrorismo y ablandar a los países de la gran nación árabe, incluso con dinero sucio que han recibido de parte de algunos gobiernos de países productores de petróleo. Y este genocidio orquestado por el decadente imperio unipolar y sus rapaces socios, ha sido celestineado de la manera más asquerosa que jamás se haya visto, tal y como ha venido actuando el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a quien, seguramente, también le den el Premio Nóbel de la Paz, por todos los servicios hechos al imperialismo rapaz que lidera el gobierno estadounidense en alianza con los miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Esta madeja de actos terroristas, tanto los publicitados por los medios de comunicación al servicio del gran capital que lideran gobiernos parasitarios de EEUU y Europa, como los de sus asesinos del EI a los que ahora no pueden controlar, apuntan al recrudecimiento de la violencia y del genocidio, que aprovechará el gobierno sionista del genocida Benjamín Netanyahu para terminar de exterminar a todos los palestinos y así, robarles sus tierras, para ellos hacer su gran nación judía a costa de sangre de mártires palestinos.

Esta denigrante situación en la esfera mundial sólo ha sido enfrentada abiertamente por el gobierno que preside Vladimir Putin y su pueblo ruso en toda Europa, Asia y África, además de que China también se dispone además, tender la mano a los oprimidos y, no dudamos, que si el gobierno estadounidense y sus aliados de la UE – OTAN mantienen su actitud genocida y voraz, los mismos financistas del EI y quienes les compran el petróleo robado, obligarán al gobierno de Xi Jimpin a actuar en defensa de la humanidad.

Y desde el Sur, aún cuando tenemos la certeza de la incursión armada y genocida contra Venezuela que prepara el sádico gobierno que preside Barack Husseín Obama, el presidente Nicolás Maduro no se ha acallado, ni se silenciará en denunciar el genocidio y actos terroristas que vienen adelantando los decadentes aliados del viejo imperio, porque al igual que el resto de países hermanos latinoamericanos y caribeños, estamos dispuestos a construir con los países del BRICS el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar que liquidará el chantaje del gran gendarme del mundo y sus aliados. Por ahora, estamos empezando a conjurar el boicot que ha mantenido EEUU con el dumping energético y la explotación de petróleo de esquistos, además de que desde nuevo mundo multicéntrico y pluripolar nos proponemos proteger, sobre todo, a los países más pobres y no productores de petróleo, los que se han podido liberar de las garras imperiales del norte. Ahora más que nunca debemos profundizar en la cultura de la paz.