El jefe del Parlamento de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Andréi Purguín, sostuvo este viernes que el rechazo de Kiev es un factor negativo para dar cumplimiento al cese al fuego fijado en Minsk (capital de Bielorrusia).  

A su juicio, en Ucrania se está desencadenando una verdadera “cacería de brujas” que persigue a personas por expresar su opinión en referencia al conflicto que vive el país.

“Cuando canjeamos prisioneros la última vez, nosotros realmente intercambiamos gente que vino a disparar contra nosotros, mientras que por la parte ucraniana de 220 personas que nos entregaron solo 34 eran de las milicias, los demás eran prisioneros políticos”, argumentó Purguín en respuesta a las críticas del Gobierno de Donetsk.  

Previo a las declaraciones de Purguín, el ministro de Exteriores de Ucrania, Pável Klimkin, anunció que la amnistía que deberá acoger a los participantes de los sucesos de Donbass (sudeste) no se extenderá a aquellas personas que hayan cometido delitos de lesa humanidad.

Recientemente, representantes de Ucrania, Rusia, independentistas con mediación de miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) acordaron desde Bielorrusia un alto al fuego en el este del país europeo.

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Previamente, en agosto de 2014 representantes de la repúblicas populares de Donestk y Lugansk se reunieron en Minsk (Bielorrusia) con el presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko y el mandatario ruso Vladimir Putin para firmar un memorando de paz de 12 puntos a cumplir, entre ellos, establecer corredores humanitarios, la retirada de las fuerzas militares del área del conflicto y el respeto al cese de hostilidades.

No obstante, en enero de 2015 el mandatario ucraniano Piort Poroshenko afirmó  que "no ve alternativa" a la tregua firmada con los independentistas de su país. 

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