Líderes de siete países vecinos de Sudán piden poner fin al conflicto

Los líderes de siete Estados fronterizos con Sudán, a través de una declaración conjunta, pidieron a las dos partes enfrentadas acodar un alto el fuego como vía para poner fin al conflicto bélico, y solicitaron la no intervención de los Estados de la región.

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Este documento es resultado de la cumbre sobre la guerra que azota al país africano realizada por los países vecinos, reunido en El Cairo, Egipto, país que están haciendo esfuerzos para detener el conflicto en Sudán.

Las naciones participantes en el encuentro (Egipto, Etiopía, Eritrea, Chad, Sudán del Sur, la República Centroafricana y Libia) reconocieron que la actual disputa es "un asunto interno de Sudán" y reiteraron la necesidad de "evitar fragmentar el país o sumirlo en el caos" para prevenir la expansión del terrorismo y la delincuencia.

Asimismo, expresaron su "grave preocupación por el deterioro de la situación humanitaria” en ese territorio y se comprometieron a ayudar en los esfuerzos internacionales para hacer frente a las consecuencias de la crisis, incluida la situación de un gran número de refugiados y desplazados internos.

Por otro lado, condenaron "los persistentes ataques contra civiles, instalaciones sanitarias y servicios públicos". 

En la misma jornada de transcurso de la cumbre, la ONU emitió un comunicado en el que anunciaba que se había descubierto en la zona de Darfur una fosa común con los restos de al menos 87 personas, entre ellas siete mujeres y siete niños, presuntamente asesinados por las Fuerzas de Apoyo Rápido de Sudán.

Organizaciones internacionales, como el Alto Comisionado de la Organización para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenaron enérgicamente la matanza de civiles y pidieron a las partes en el conflicto que autorizaran y facilitaran una búsqueda rápida de los fallecidos.

ONU insta a permitir el acceso de ayuda humanitaria en Sudán mientras dure el conflicto

Por otra parte, el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU y coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, pidió a las dos partes beligerantes garantizar el acceso de ayuda humanitaria a medida que la miseria se profundiza para los civiles

La situación en Sudán, que ya es uno de los lugares más difíciles del mundo para las operaciones humanitarias, empeorará cuando el conflicto entre en su cuarto mes y las líneas de batalla se endurezcan, a pesar de los esfuerzos concertados de las organizaciones locales y los grupos de ayuda internacional, advirtió el coordinador de la ONU en su comunicación del sábado.

Griffiths enfatizó que el sufrimiento del pueblo sudanés "terminará solo cuando terminen los combates". Las partes involucradas en el conflicto deben adherirse a la Declaración de Compromisos que firmaron en Yeda, que busca salvaguardar a los civiles y defender el derecho internacional humanitario.

El conflicto ha desplazado a más de tres millones de personas en Sudán, la mitad de ellos niños, tanto dentro como fuera del país. Además, los 13,6 millones de niños que quedan en Sudán necesitan urgentemente asistencia humanitaria, subrayó Griffiths.