Estudiantes del mundo denuncian el genocidio israelí en Palestina

Los palestinos refugiados en el campo humanitario Sin Lágrimas en Rafah han creado pancartas en apoyo a los estudiantes estadounidenses. Colgadas en las precarias tiendas donde viven, pueden leerse proclamas como “Desde Rafah les enviamos fuerza”, “los niños de Gaza están orgullosos de ustedes” y “gracias estudiantes de la Universidad de Columbia”.

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La persistencia de los universitarios estadounidenses en su reclamo del “fin del genocidio en Gaza” pese a las detenciones masivas, redadas nocturnas de la policía y el hostigamiento de grupos proisrealíes contra jóvenes con insignias en pedido de paz y libertad para los palestinos, se ha vuelto un símbolo ha trascendido las fronteras.

Las manifestaciones en más de 60 universidades estadounidenses se replican en todo el mundo. En la Universidad La Sorbona y en el Instituto de Estudios Políticos Sciences-Po, instituciones de estudios superiores francesas, fueron el sitio donde cientos de jóvenes repudiaron los bombardeos israelíes. También hicieron lo propio decenas de miles de estudiantes en las calles de Caracas, capital venezolana. 

"Durante más de seis meses se ha utilizado la violencia contra estudiantes universitarios que protestaban pacíficamente contra las atrocidades destinadas a destruir a personas inocentes que viven en Gaza", se lee en las declaraciones conjuntas de 25 universidades de Türkiye.

En Túnez, la Unión General de Estudiantes convocó a marchar en apoyo al movimiento estudiantil en los institutos estadounidenses y europeos, y a declarar un Día Nacional de Solidaridad con Palestina en todas las universidades. Por su parte, el Movimiento de Estudiantes Libres en el Líbano llamó a una revuelta solidaria que incluya todas las universidades, en apoyo a Palestina y al pueblo de Gaza.

A su vez, estudiantes mexicanos votaron a favor de instalar este jueves un campamento en reclamo de la paz en Palestina frente a la sede de la Universidad Nacional de México.

El movimiento de protesta en desarrollo a nivel global es comparado por analistas internacionales con los reclamos de paz en Vietnam. Otros lo relacionan con el pedido internacional por el fin del apartheid en Sudáfrica. El común denominador es una juventud alzada contra la hipocresía de Occidente.

Represión internacional

De igual modo que en la Universidad de Yale, de Columbia y del Sur de California, las autoridades reprimieron y detuvieron a decenas de estudiantes en las manifestaciones europeas. 

En Alemania, el pasado día 26, la policía avanzó contra un campamento instalado frente al Parlamento y a la Cancillería, en la capital del país, llamado “Besetzung Gegen Besatzung (Ocupar contra la Ocupación)”, que había comenzado el 8 de abril.

El intento por acallar los reclamos también es desarrollado en el ámbito judicial. En caso de Francia, por ejemplo, Mathilde Panot y Rima Hassan, parte de Les Insoumises, fueron interrogadas en la jornada del martes en el marco de una investigación por “apología del terrorismo” por haber participado de la convocatoria a las movilizaciones pro Palestina.

La Fiscalía de París, que se ocupa de la mayoría de estos casos, recibieron hasta la fecha 386 denuncias y señalaron que, sobre el tema "delicado" del la agresión de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, se abren sistemáticamente investigaciones y las personas son interrogadas por la policía.

El pretexto es el antisemitismo

En cuanto a lo discursivo, los medios de comunicación intentan presentar a los organizadores estudiantiles como antisemitas. 

El propio presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, condenó a los manifestantes estudiantiles, denunciando lo que llamó “el alarmante aumento del antisemitismo” que “no tiene absolutamente ningún lugar en los campus universitarios, ni en ningún lugar de nuestro país”.

Por su parte, el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Andrew Bates, afirmó en un comunicado que “aunque todos los estadounidenses tienen derecho a protestar pacíficamente, los llamamientos a la violencia y la intimidación física contra los estudiantes judíos y la comunidad judía son manifiestamente antisemitas, inconcebibles y peligrosos, y no tienen cabida en ningún campus universitario ni en ningún lugar de los Estados Unidos de América”.

Pese a los señalamientos, estos posicionamientos oficiales ocultan que movimientos estudiantiles de judíos, junto con sus organizaciones judías, integran el rechazo a la política belicista del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

Esta situación fue comentada por el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdoğan, quien denunció en conferencia de prensa que “estudiantes y académicos concientizados, incluidos judíos antisionistas, de algunas prestigiosas universidades estadounidenses están protestando por la masacre (en Gaza) (...) están siendo sometidas a la violencia, la crueldad, el sufrimiento e incluso la tortura por decir que la masacre tiene que parar”. 

Esta situación incomoda a las autoridades estadounidenses y la organización estudiantil Columbia Jewish Voice for Peace (JVP) ha sido prohibida por la Universidad de Columbia. Pese a ello, la JVP es una de las principales organizaciones del campamento y en una una conferencia de prensa, el pasado 23 de abril, invitaron a quienes los acusan de antisemitas. “Vengan a ver nuestro campamento, vengan a un shabat”, dijo un estudiante judío de Barnard, que fue suspendido por participar en el campamento. 

Los organizadores estudiantiles judíos han estado celebrando regularmente fiestas judías en el campamento. “Dentro de este campamento construimos una nueva comunidad. Y mientras la construimos nos comprometemos a luchar juntos contra todas las formas de opresión”, dijeron.

Los pueblos repudian el genocidio

Al reclamo estudiantil se suman los reclamos de la organizaciones de trabajadores, que durante el primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, manifestaron su apoyo a la causa palestina en países como Grecia, Argentina y España.

Estados latinoamericanos también han manifestado su repudio a la invasión de la Franja de Gaza. Por ejemplo, el presidente colombiano Gustavo Petro anunció el rompimiento de relaciones con Israel por el genocidio en marcha; Bolivia hizo lo propio en octubre del año pasado y Venezuela reafirmó su postura de no mantener ninguna relación diplomática con Israel sostenida desde 2009. Chile y Honduras por su parte han retirado su personal diplomático de Tel Aviv.

La condena al régimen israelí también es asumida por movimientos sociales de todo el mundo.

“La Asamblea Internacional de los Pueblos se solidariza con lxs valientes estudiantes de todo el mundo que están intensificando su lucha en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio de Israel mediante una oleada de acampadas en universidades”, expresó con la firma de casi 50 organizaciones populares de los cinco continentes.