El antes y el después del cine venezolano

Venezuela sigue celebrando el primer Premio Goya de su filmografía. Miguel Ferrari, con su ópera prima Azul y no tan rosa recogió anoche el galardón a la Mejor Película Iberoamericana. Desbancó así a los otros tres filmes de Chile (Gloria)(La Jaula de Oro), México y Argentina.

Estuvimos con Ferrari en Madrid para conocer sus sensaciones después de alzarse con el máximo reconocimiento del cine español.

“Creo que habrá un antes y un después para la cinematografía venezolana, porque se van a comenzar a visibilizar un poco más nuestro cine, un cine nuevo que se ha forjado con una nueva Ley y una generación con nuevas ideas”, dijo Ferrari, con el Goya entre sus manos.

El director venezolano recuerda que el cine de su país ya suma varios logros en reputados festivales, como Pelo Malo, cuando Mariana Rondón logró la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián, o el reconocimiento de Claudia Pinto en el Festival de Montreal, donde La Distancia Más Larga ganó el Premio del Público.

“Al cine norteamericano que dominaba la cartelera se le ha agotado un poco la fórmula. Por eso, yo creo que ellos están volteando hacia Latinoamérica, porque se han dado cuenta de que hay una región muy potente de ideas”, finalizó Ferrari.

Tras el éxito de los Premios Goya, el director de Azul y no tan Rosa asegura que prefiere descansar unos días antes de ver cómo se estrena en la cartelera española su premiada película.