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Según una fuente del autodenominado “Estado Islámico”, al menos 4000 combatientes de este grupo terrorista habrían entrado ya a territorio de la Unión Europea entre el masivo flujo migratorio que los pasados meses ha acaparado la atención internacional al convertirse en un drama humanitario desconocido en Europa desde el final de la II Guerra Mundial. Desde el mismo momento en que los líderes europeos han monopolizado la condición de “refugiados sirios” a más de medio millón de inmigrantes y desplazados de al menos una decena de países, la agenda europeista de algunos líderes ha derivado en un interés inusitado por solventar el llamado “drama de los refugiados” con medidas de acogimiento y asilo en Europa por una parte y de intervención militar en Siria e Irak por otra.
Aunque la cifra de 4000 terroristas infiltrados en Europa pudiera resultar extravagante, el hecho es que algunos servicios de inteligencia europeos han mostrado su alarma por la indiscutible presencia de individuos perteneciente a diferentes grupos yihadistas camuflados entre los miles de refugiados e inmigrantes llegados a Europa.
La fuente de ISIS ha confirmado que la infiltración de terroristas llegados de Siria a Europa, sólo representa el comienzo de una venganza por los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por los Estados Unidos. “Queremos establecer un califato no solo en Siria, sino en todo el mundo” concluye el portavoz terrorista, subrayando que sus ataques se centrarían tan sólo en los gobiernos occidentales y no contra la población civil.
El ministro griego de Emigración en una entervista en la television griega ha declarado que es más que posible y que le consta que entre los miles de refugiados que han entrado en Grecia en los últimos tiempos hay yihadistas del Estado Islámico y que negarlo es de ingenuos y de necios.
Pero ISIS no monopoliza la entrada de terroristas a Europa, combatientes de otros grupos yihadistas pero especialmente de Al Qaeda también estarían realizando la travesía a Europa en búsqueda de una “vida mejor”.
El caso más conocido es el de un “refugiado” y su hijo caídos al suelo por la zancadilla de una reportera húngara en la frontera con Serbia. Se trata de Osama Abdul Mohsen, a quien el Partido de la Unión democrática (PYD), la rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha acusado de ser miembro del Frente AL Nusra (franquicia de Al Qaeda en Siria).
"Osama Abdul se unió a los grupos rebeldes en 2011 y cometió crímenes contra las minorías civiles, incluidos los kurdos", “"los testimonios de muchos kurdos junto con imágenes obtenidas [de la página de Facebook de Mohsen]" aportan pruebas sobre la participación del hombre en las actividades del Frente al Nusra”, ha manifestado en un comunicado publicado en la web del Partido de la Unión Democrática. Moshen ha recibido asilo en España junto con su familia y entrena un equipo de fútbol en Madrid.
En declaraciones al canal RT, el experto en Oriente Medio Juan Antonio Aguilar ha manifestado que “…medios de inteligencia europeos son conscientes de esta situación y saben perfectamente quien puede estar viniendo entre toda esa muchedumbre de refugiados. Lo ha dicho el propio ISIS, que intentará infiltrar comandos en Europa para responder a lo que ellos consideran agresión por los bombardeos de la coalición internacional”.
Pero si como bien explica el investigador, medios de inteligencia europeos son conscientes de esta situación, ¿como es posible que yihadistas, muchos de los cuales promocionan abiertamente las imágenes de sus crímenes en las redes sociales (Twiter o Facebook), puedan escapar al escrutionio de las fuerzas de la seguridad europeas, cuando grupos terroristas como ISIS advierten claramente de la presencia de sus comandos listos para actuar en Europa? La respuesta podría estar en el interés de que eventualmente se produzcan en Europa ataques terroristas de falsa bandera que sirvan para justificar la aplicación de una legislación antiterrorista europea similar a la norteamericana USA Patriot act, aprobada por Bush en 2001 tras los ataques del 11S y que ha demostrado tan sólo haber suspendido la vigencia de los derechos humanos y las libertades civiles violando derechos y grarantía constitucionales en nombre de la defensa de la patria y la lucha contra el terror, esto también propiciaría (en nombre de la lucha contra el terrorismo) la intervención militar a gran escala en Oriente Medio que contribuya aún más a favorecer la politica del caos en Oriente Medio así como una balcanización generalizada de la región, un proyecto éste del agrado, tanto de potencias occidentales como de actores regionales como Israel, Turquía y Arabia Saudí.
Alberto García Watson / Beirut
