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Quizás pocas personas imaginaron en el mundo que el paso devastador de los huracanes George y Mitch por varias regiones de Centroamérica y el Caribe en el año 1988, probaría nuevamente la solidaridad de los cubanos, ante situaciones de desastres y otras contingencias.
Como ya se conoce, estos fenómenos ocasionaron muertos, desaparecidos y millones de damnificados, además de daños materiales a las economías de los países hermanos. Sin embargo, no faltó la respuesta de nuestros galenos, quienes acudieron a aliviar el dolor de esa población afectada.
Un año después, motivada por estos trágicos acontecimientos, nació por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro, una institución donde jóvenes humildes de Latinoamérica, África y Estados Unidos, pudieran formarse como profesionales de las Ciencias Médicas
Con esta impronta martiana se fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en las instalaciones de la Academia Naval Granma, al oeste de la Habana.
En el año 1999 arribaron los primeros estudiantes procedentes de Nicaragua, así quedaba materializado el noble y solidario gesto del Gobierno cubano.
A los estudiantes latinoamericanos de medicina les han faltado algunas oportunidades en sus países para realizar sus sueños profesionales, mientras tanto se financian guerras y se aplastan a los sectores más desprotegidos.
La Escuela Latinoamericana de Medicina es la continuidad histórica de un humanista programa de cooperación social, que se remonta a los inicios de la Revolución, cuando fue preciso enviar a Argelia en 1963 a un ejército de batas blancas, para salvar numerosos vidas en esa nación.
En Camagüey este proyecto ha llegado con aires de integración para quienes se empeñan en hacer de la carrera de Medicina una quimera convertida en realidad, y al mismo tiempo, la oportunidad de estudiar y compartir sus esperanzas con el pueblo cubano.
Más de un millar de especialistas de la Salud se han formado en las aulas de la Universidad de las Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay” de Camagüey, como parte de los programas de formación profesional que contempla la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
La solidaridad de los médicos cubanos traspasa fronteras, tal es así, que en los últimos dos años, unos 14 camagüeyanos brindaron sus servicios en los territorios de Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry afectados por la presencia el virus del ébola.
Actualmente más de tres mil profesionales y técnicos de la salud de la provincia prestan servicios médicos en diferentes latitudes, como parte de la ayuda solidaria que brinda Cuba a más de 100 países. Esos galenos laboran en 49 naciones, mayoritariamente Venezuela, Bolivia, Angola y Haití, vinculados al programa Integral de Salud, las misiones Barrio Adentro y la Operación Milagro.
Tanto el proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina, como la formación de profesionales de la salud en Cuba, deviene muestra fehaciente de la voluntad política del país para extender solidariamente la colaboración médica a varios países, uno de los tantos ejemplos de lo que puede hacer una nación pobre en recursos económicos; pero rica en capital humano.
