El Tambor de la alegría
21 de octubre de 2023 Hora: 19:32
Panamá es una referencia mundial por ser la zona del canal que lleva el nombre del país, un paso demasiado importante para el comercio del mundo. Pero no se trata solo del canal. Panamá tiene una historia bien interesante y tiene música y ritmos propios, que ello es lo que acá se aborda como parte de complejos sonoros que poco se han divulgado fuera de sus zonas de origen en la América Central.
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Ciertamente en Centroamérica hay una gran variedad de ritmos generados desde las influencias de África, Europa y las naciones originarias de esa parte del continente americano. Desde el Palo de mayo, los aires de las comunidades originarias de México y Guatemala y la Marimba en sus diversas modalidades a lo largo de Centroamérica, hasta los aires garífuna aposentados en territorio continental, vinculados, como en el caso hondureño con el Punta. (Recordar la “Sopa de Caracol”).
Cuando en 1903 Panamá se hizo nación independiente de Colombia ya contaba con definiciones musicales: una muy urbana y otra bien interiorana. La música urbana obedeció a lo que comenzaba a significar la zona del Canal y todo el tránsito, no solo de mercancías, sino de culturas y sonoridades. Tanto Ciudad de Panamá como Colón son urbes permeadas por esas influencias.
La música interiorana, llamada localmente música típica, se ubica principalmente en las provincias centrales de Panamá y cuenta con expresiones que perduran, como La Mejorana y el Tamborito. En Panamá, fundamentalmente en su costa Pacífica tenemos el sabor del Tambor de la Alegría.
Tamborito
Característico del Tamborito y uno de los detalles que más lo distingue es su particular canto, el cual se da en la forma de llamado y respuesta, encargado fundamentalmente a voces femeninas. La “cantalante” hace una melodía diferente a la del coro y ocasionalmente repite la melodía para animar a las coristas. Se da también una vocalización alternada en registros de pecho y falsete. El componente africano fue fundamental en su desarrollo y los elementos que lo determinan son sus tambores, Repicador, Pujador y Caja, y a veces también El Llamador.
El Tamborito registra además la percusión sincopada de las palmas de las manos, y el baile de pareja con coreografía afrohispana pero sin zapateado. Hay una gran semejanza entre el Tamborito de Panamá y la música del Bobé, que es un ritual de los pigmeos del norte del Congo, en África. El Congo estuvo entre las naciones de las que extrajeron a sus pobladores para enviarlos como esclavizados al itsmo. Esta música y baile del Congo tiene representaciones mímicas y de protesta, que de alguna manera se han conservado en el Tamborito panameño, de la costa del océano Pacífico de ese país itsmeño.
Con La Murga
No podemos olvidar tampoco que sobre todo para las fiestas de Carnaval sale a las calles panameñas La Murga, que es un conjunto que combina música y teatro, actuaciones. Hay otras naciones americanas que tienen Murgas, como Uruguay.
En el caso panameño, la Murga tiene marca de calle y de sátira, de colorido y movimiento colectivo. En casi todas las zonas panameñas hay murgas, y muchas de ellas se configuraron a la llegada de los grandes movimientos migratorios de trabajadores desde el Caribe, sobre todo para la construcción de vías de comunicación muy importantes, como los ferrocarriles de las compañías bananeras, el Ferrocarril de Panamá y del Canal de Panamá. Es por ello que en el país centroamericano se establece desde el siglo XIX una gran comunidad inmigrante de origen afrocaribeño con todo y sus tradiciones, entre las que se encuentra, por supuesto, la musical.
La Murga de Panamá es muy vistosa y fue popularizada por Willie Colón con Héctor Lavoe durante la década de los setenta. En ese necesario afán de reconocimientos locales, Willie Colón puso en el tapete al género musical de los grupos callejeros.
Música alegre y muy festiva, está acompañada de atuendos llamativos, plenos de colorido y de una suerte de pasos danzarios que algunos vinculan a coreografías libertarias. Hay mucho de teatralidad en las murgas, considerándose a Manuel Consuegra el padre de la murga surgida en el itsmo.
Y El Nazareno
De igual manera, Ismael Rivera le hizo dar la vuelta al mundo al Nazareno Negro de Portobelo, Panamá, en otra gracia a la nación que silenciosamente ha dictado sus propias pautas musicales.
Portobelo es un puerto panameño que pertenece a la provincia de Colón, fundado en 1597. Fue siempre muy importante para el comercio en la fachada atlántica de Panamá. Por su notable tránsito de personas y mercancías fue objetivo de piratas y corsarios que al final minaron su capacidad comercial. Provocaron además el éxodo de los pobladores y quedaron allí solo los negros, ya estuvieran asentados o llegaran como fugitivos.
En cuanto al Cristo Negro de Portobelo, en realidad no es Cristo crucificado, sino El Nazareno, llevando la Cruz a cuestas.
No se sabe cómo llegó al puerto y hay muchas versiones al respecto. Se habla de 1654 como fecha de llegada de la imagen a Panamá, y en cuanto a su color negro el investigador mexicano Rafael Castañeda García, citado por el periodista e investigador colombiano José Arteaga, señala que la devoción a los santos negros formó parte de un imaginario construido por la Iglesia para cohesionar y establecer lazos de identidad entre las comunidades negras esclavas y libres durante los siglos XVI al XIX, destacando además de los Nazarenos (unos cuantos en América) santos como San Benito de Palermo y San Martín de Porres. En el caso de Portobelo la piel de El Nazareno encajó con el color de la mayoría de la población y acrecentó la devoción. La figura se encuentra en la Iglesia de San Felipe de Portobelo, siempre en referencia a lo señalado por José Arteaga.
Lo de Ismael Rivera con el tema de Dávila Williams “El Nazareno”, grabado por el Sonero mayor en 1974, terminó convertido en himno. No es el único tema dedicado al Nazareno, pero ha sido el del más alto alcance.
De más está decir que Ismael Rivera conoció la imagen, y fue impactado por ella a tal punto que se inició su camino de rectificación de vida a partir de ese momento.
El tema hace parte ya de una tradición panameña, como la murga, como el tamborito. El Tambor de la alegría.
Autor: teleSUR - Lil Rodríguez