Nuestro NO es majestuoso, un gran SÍ a una Europa democrática y racional

El 25 º de enero se restauró la dignidad al pueblo de Grecia.

En los cinco meses que intervinieron desde entonces, nos convertimos en el primer gobierno que se atrevió elevar su voz, hablando en nombre del pueblo, diciendo NO a la irracionalidad dañina en el "Programa de Rescate '.

Nosotros

- Correr la voz de que los 'rescates' eran ejercicios cuyo propósito era intencionalmente transferir las pérdidas privadas sobre los hombros de los más débiles griegos, antes de ser trasladados a otros contribuyentes europeos.

- Articular, por primera vez en el Eurogrupo, un argumento económico a la que no hubo respuesta creíble

- Presentar propuestas moderadas, técnicamente viables que eliminarían la necesidad de nuevos 'rescates'

- Limitar a la troika a su guarida de Bruselas

- Internacionalizar la crisis humanitaria de Grecia y sus raíces en las políticas recesivas

- Difundir esperanza más allá de las fronteras de Grecia de que la democracia puede respirar dentro de una unión monetaria hasta entonces dominado por el miedo.

Terminar la interminable y contraproducente austeridad y la reestructuración de la deuda pública de Grecia fueron nuestros dos objetivos. Pero estos dos eran también objetivos de nuestros acreedores. Desde el momento parecía probable nuestra elección, en diciembre pasado, los poderes que pueden iniciar una corrida bancaria y planificada, con el tiempo, a cerrar los bancos de Grecia hacia abajo. ¿Su propósito?

- Humillar a nuestro gobierno al obligarnos a sucumbir a la austeridad estricta, y
- Para arrastrarnos a un acuerdo que no ofrece ningún compromiso firme de una sensata y reestructurada deuda.

El ultimátum del 25 de junio fue el medio por el cual se lograron estos objetivos. El pueblo de Grecia devolvió hoy este ultimátum a sus remitentes; a pesar del alarmismo que los medios oligárquicos nacionales transmiten día y noche en sus casas.

El referendo de hoy emitió un llamado rotundo para un acuerdo de beneficio mutuo entre Grecia y nuestros socios europeos. Vamos a responder a la llamada de los votantes griegos con un enfoque positivo a:

- El FMI, que recientemente publicó un informe útil que confirma que la deuda pública griega era insostenible
- El BCE, el Consejo de Administración que, durante la semana pasada, se negó a aprobar algunas de las voces más agresivas dentro la Comisión Europea, cuyo liderazgo mantuvo lanzando puentes sobre el abismo que separa Grecia de algunos de nuestros socios.

Nuestro NO es un No majestuoso, un gran SÍ a una Europa democrática.

Es un NO a la visión distópica de una zona euro que funciona como una jaula de hierro para sus pueblos.

Es un SÍ en voz alta a la visión de una zona euro que ofrece la perspectiva de la justicia social con la prosperidad compartida para todos los europeos.