Los ambientalistas peruanos criticaron este miércoles el doble discurso del Gobierno de ese país, que se ha preocupado más por mostrar logros frente al cambio climático en la XX Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20), en vez de proponer planes para reducir la energía “sucia”.
Se quejan por el financiamiento internacional que reciben proyectos de energía sucia para el país, que no contribuyen a mitigar el calentamiento global y generan grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con un partido ambientalista, se han recortado normas de protección del entorno donde se realiza la COP20, lo cual contradice la misión de la conferencia en la nación andina.
Representantes del Ejecutivo han reiterado que el Perú trabaja para reducir los embates del cambio climático y realizan actividades de concientización social para preservar el medio ambiente.
El país anfitrión de la COP20 dice estar a la vanguardia del uso de energías limpias, sin embargo, los ambientalistas aseguran que el efecto es adverso, puesto que con la construcción de hidroeléctricas, no solo promueven la discriminación, sino que obligan a comunidades indígenas a desplazarse para utilizar los ríos.
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El asesor de la Oficina de Desarrollo Estratégico de Recursos Naturales, Gonzalo Llosa, señaló que por el calentamiento global, los glaciares existentes en el país, se han derretido en un 40 por ciento en los últimos 10 años, lo que afectan la provisión de agua a los valles andinos.
Para los ambientalistas, los participantes de la COP 20 no tienen una visión estratégica para retroceder el efecto invernadero, fustigan que hablan del uso de alimentos como prioridad y dejan de lado la escasez de comida y el hambre en la población.
Recalcan que las propuestas son respaldadas por grandes transnacionales que priorizan sus intereses económicos en el cuidado del medioambiente, para ocultar el impacto negativo de su actividades en la Tierra.
En Contexto
La alcaldesa de Lima (capital peruna), Susana Villarán propusó este martes que las ciudades del mundo modifiquen su consumo energético para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que llegan a la atmósfera.
“Debemos asumir el compromiso de hacer un nuevo contrato por la vida para impulsar un nuevo paradigma de movilidad, de ordenamiento y planificación de ciudades sostenidas, cambiando su matriz energética urbana e invertir en infraestructura ecológica”, sostuvo Villarán.
Vea la propuesta de los países en la COP20
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