Uno por uno: los principales cambios que introducirá la reforma laboral de Colombia

Durante décadas, Colombia ha mantenido un modelo laboral caracterizado por alta informalidad, precarización del empleo y baja protección para sectores vulnerables como los trabajadores domésticos y rurales, los aprendices y las madres comunitarias.

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La reforma laboral representa el reconocimiento de una deuda histórica del Estado colombiano con sus trabajadores. Foto: Presidencia de Colombia/X.


20 de junio de 2025 Hora: 16:00

Luego de un recorrido marcado por tensiones políticas, empresariales y sociales, la aprobación definitiva de la reforma laboral, este 20 de junio (jornada 1048 del «Gobierno del cambio», encabezado por Gustavo Petro), por mayoría en la Cámara de Representantes (126 vs. 2) y en el Senado (59 vs. 16), alista al país sudamericano para implementar una serie de cambios que afectarán de manera directa la jornada, la remuneración y las cláusulas de contratación.

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De este modo, Colombia está en condiciones para iniciar una transformación histórica en los derechos y condiciones de millones de trabajadores, pues la nueva normativa trae consigo varios ajustes. Propone una modificación de las pautas que rigen el mercado laboral colombiano, a favor de la estabilidad y la protección de los derechos de la clase obrera por encima de la flexibilidad empresarial.

Aumento del recargo dominical y festivo

    En la actualidad, el recargo por trabajar en domingo o día festivo era del 75 por ciento sobre el valor de la hora ordinaria. La reforma establece un incremento progresivo en este pago adicional: será del 80 por ciento este, del 90 por ciento en 2026 y del 100 por ciento a partir de 2027.

    Los trabajadores que hoy reciben 10.000 pesos por hora en un domingo, pasarán a ganar el doble, es decir, 20.000 por hora, en el año 2027. Este apartado tiene en cuenta, sobre todo, a trabajadores del comercio, servicios, salud, seguridad y otros sectores más proclives a trabajar en fechas marcadas.

    Recargo nocturno

    A día de hoy, el recargo nocturno colombiano arranca a las 21H00 (hora local). Con la normativa propiamente dicha, este beneficio comenzará a reconocerse desde las 19H00. Esta modificación entrará en vigencia seis meses después de la promulgación oficial de la ley.

    De acuerdo con la legislación actual, el recargo por trabajo nocturno es del 35 por ciento sobre el valor de la hora ordinaria. Este ajuste beneficiará a quienes laboran en sectores de vigilancia, salud, transporte, hotelería y otros vinculados a turnos vespertinos o nocturnos.

    Flexibilidad en la jornada, sin modelo 4×3

    Durante el debate legislativo, se discutió la posibilidad de implementar jornadas 4×3 (cuatro días de trabajo por tres de descanso), pero finalmente esta opción fue eliminada del texto final. No obstante, la ley mantiene la posibilidad de distribuir las horas de trabajo de manera flexible, siempre que exista acuerdo entre empleador y trabajador.

    En tanto, se facilitarán jornadas diarias variables, pero no más de seis días de trabajo por semana, con un día obligatorio de descanso. La distribución de las horas no puede superar los límites legales de la jornada semanal (actualmente, 42 horas semanales tras la reducción progresiva de la jornada que ya venía en curso).

    Aprendices del SENA: contrato laboral, más derechos

      Uno de los cambios más importantes para los estudiantes que hacen su etapa práctica en empresas es que el contrato de aprendizaje del SENA ahora tendrá estatus de contrato laboral. Durante la etapa lectiva (cuando están en formación teórica), los aprendices recibirán al menos el 75 por ciento del salario mínimo mensual. Luego, en la etapa práctica, el pago ascenderá al 100 por ciento del salario mínimo.

      De igual modo, tendrán derecho a prestaciones sociales completas, incluyendo salud, pensión, ARL (Administradoras de Riesgos Laborales), prima, cesantías y vacaciones.

      En el caso de que una empresa no contrate a los aprendices, la reforma establece una sanción económica: una multa de 1,5 salarios mínimos mensuales por cada aprendiz que la entidad no contrate.

      Madres comunitarias y sustitutas entran al sistema laboral

      Tras décadas de trabajo en condiciones informales, las madres comunitarias y sustitutas, vinculadas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pasarán a tener un contrato laboral formal. El cambio se aplicará 12 meses después de que la ley entre en vigor.

      Ellas pasarán a disfrutar de salud, pensión, ARL y demás prestaciones sociales, así como de derecho a prima (pago adicional equivalente a 30 días de salario por año, dividido en dos cuotas anuales), vacaciones, cesantías, licencias y estabilidad laboral. En consecuencia, dejarán de recibir los subsidios que actualmente perciben, pero a cambio tendrán acceso a una remuneración fija y derechos laborales.

      Se elimina el trabajo por horas

      Previo a la aprobación, uno de los puntos más polémicos fue la discusión sobre el pago por horas. Finalmente, decidieron eliminar los artículos 37 y 38 que lo regulaba. La figura de unidad de trabajo especial también se proscribió tras una segunda votación.

      Esto significa que a los colombianos no podrán ofrecerles trabajos que paguen por debajo del salario mínimo mensual, ni siquiera si es por pocas horas al día. La única forma válida de contratación será por jornada completa o bajo modalidades reconocidas que siempre respeten el mínimo legal vigente, con el propósito de combatir la precarización laboral y garantizar ingresos dignos.

      A día de hoy, la aprobación de la reforma laboral es uno de los principales logros legislativos del Gobierno de Gustavo Petro, quien ha hecho frente a un Congreso fragmentado y a las resistencia por parte de los sectores empresariales, gremiales y de la oposición. Este hecho refleja la capacidad del Ejecutivo para movilizar las mayorías políticas en favor de las causas sociales de los sectores históricamente marginados.

      Durante décadas, Colombia ha mantenido un modelo laboral caracterizado por alta informalidad, precarización del empleo y baja protección para sectores vulnerables, como los trabajadores domésticos y rurales, los aprendices y las madres comunitarias.

      La reforma representa el reconocimiento de una deuda histórica del Estado colombiano con esos trabajadores que, durante años, laboraron en condiciones precarias, sin estabilidad, sin seguridad social plena y con bajos ingresos. Las madres comunitarias, los trabajadores nocturnos, los aprendices del SENA y las trabajadoras del servicio doméstico han sido protagonistas de luchas sociales de larga data que ahora encuentran un respaldo jurídico en esta nueva legislación.

      El acontecimiento legislativo también marca un antes y un después en el debate laboral en Colombia. Por primera vez en décadas, se revierten tendencias que iban hacia la flexibilización y el recorte de costos laborales, que predominó en las reformas de los años 90 y principios de los 2000. La reforma cambia el eje de la discusión: de la competitividad basada en bajos costos laborales hacia la dignificación del trabajo y la ampliación de derechos.

      Desde el punto de vista histórico y social, la aprobación definitiva de la reforma laboral en Colombia representa un paso firme hacia un modelo laboral más justo, inclusivo y digno para millones de trabajadores en la nación sudamericana.

      Autor: teleSUR - BCB

      Fuente: Presidencia Colombia - teleSUR