Denuncian que el Daesh saquea la ayuda humanitaria en Gaza con el aval del ejército israelí
La estrategia es clara: fomentar el caos, provocar hambre extrema y luego culpar a Hamás de la crisis.

El saqueo de la ayuda humanitaria impide que esta llegue a manos de quienes más la necesitan. Foto: EFE.
25 de mayo de 2025 Hora: 11:46
Mientras Gaza agoniza bajo una catástrofe humanitaria sin precedentes, bandas criminales afiliadas al autodenominado Estado Islámico -también conocido como Daesh o ISIS- operan impunemente bajo la protección de las fuerzas de ocupación israelíes, saqueando la escasa ayuda humanitaria que logra ingresar al enclave asediado. La figura central de este crimen sistemático es Yasser Abu Shabab, un conocido delincuente y colaborador de grupos extremistas, que encabeza una milicia violenta implicada en el robo de suministros vitales en zonas como Rafah y el cruce de Karem Abu Salem.
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Lejos de ser un actor aislado, Abu Shabab y sus hombres actúan con plena coordinación con el ejército israelí. Uniformados, alegan falsamente brindar “seguridad” a los convoyes de ayuda, mientras extorsionan, golpean y despojan a los conductores de la carga. Las escenas son brutales: amenazas armadas, disparos contra caravanas de alimentos, y la exigencia de pagos por protección bajo la mirada cómplice de tanques y soldados israelíes que no solo no intervienen, sino que les brindan cobertura.
Medios internacionales como The Washington Post y Haaretz, así como informes de la ONU, han confirmado la presencia y la complicidad de estas bandas con el ejército sionista. Testigos relatan cómo los convoyes son asaltados a metros de posiciones militares israelíes sin que se impida el saqueo. En muchos casos, la propia fuerza ocupante ha atacado a agentes palestinos encargados de proteger la ayuda, asesinando al menos a seis de ellos en un reciente incidente documentado cerca de Deir Al-Balah.
Mientras las bandas de Daesh ejecutan el saqueo, el régimen israelí lanza una campaña propagandística para encubrir su responsabilidad y desviar la atención internacional.
El historial de Abu Shabab es ilustrativo del tipo de aliados que Israel tolera y ampara en su guerra contra Gaza: narcotraficante reincidente, saboteador de rutas de ayuda, y líder de un grupo terrorista repudiado globalmente. El año pasado incendió un camión cisterna con el objetivo de impedir el acceso de combustible para panaderías y hospitales.
Desde el 2 de marzo, Gaza ha estado bajo un bloqueo total impuesto por Israel. Solo unos pocos camiones son autorizados a ingresar, y aun así, son presa fácil de estos grupos criminales. Mientras tanto, más de 53.000 palestinos —en su mayoría mujeres y niños— han sido asesinados desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.
La comunidad internacional ha condenado con firmeza estos actos. Más de 80 países han responsabilizado a Israel por provocar deliberadamente una crisis de hambruna. Sin embargo, el saqueo de la ayuda humanitaria y la colaboración con elementos terroristas como Daesh expone una dimensión aún más siniestra de esta matanza: la instrumentalización del hambre como arma de sometimiento colectivo.
Autor: TeleSUR - ah - JDO
Fuente: Agencias