Elecciones venezolanas en un escenario internacional eléctrico

Maduro 5

La cuestión de la paz es fundamental y se ha acabado la acción de los delincuentes en el país, lo que permite ver el futuro con mayor tranquilidad. Foto: @PresidencialVen


Por: Ermelinda Malcotte*

8 de agosto de 2024 Hora: 18:44

La extrema derecha fascista, encarnada por María Corina Machado y su cómplice Edmundo González, no tiene otro objetivo que generar el caos.

Las elecciones venezolanas se llevaron a cabo en un contexto donde el imperialismo estadounidense está debilitado en frentes importantes. En Ucrania, los rusos avanzan considerablemente. De igual manera, en Asia occidental, la entidad sionista ha cruzado líneas rojas con los asesinatos de los líderes de Hezbolá y Hamás, lo que demuestra su incapacidad para ganar en los terrenos militares. Finalmente, el imperialismo está en dificultades en su territorio, con la retirada de Biden en medio de la campaña electoral y el riesgo de una explosión que dejó entrever el intento de asesinato de Trump.

A esto se suma la desdolarización, la resiliencia de los países atacados por las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos y el desarrollo inédito de las organizaciones multipolares. En este contexto de guerra, el control de los recursos energéticos de Venezuela es esencial. Los Estados Unidos ven también como una necesidad la muerte de la revolución bolivariana, cuya resistencia y apoyo popular simbolizan la capacidad de los pueblos para resistir al imperialismo.

Así, Estados Unidos busca llevar a cabo un golpe de Estado para controlar el petróleo venezolano. Este escenario va en contra del juego democrático al cual participa una oposición de derecha que busca destruir la revolución bolivariana, pero que está dispuesta a hacerlo a través del juego institucional y sigue una línea parlamentaria seria. Así, hemos visto a estos candidatos de la oposición presentarse ante el Tribunal Supremo de Justicia cuando fueron convocados en el marco del proceso de auditoría iniciado por el presidente Nicolás Maduro.

Por su parte, la extrema derecha fascista, encarnada por María Corina Machado y su cómplice Edmundo González, no tiene otro objetivo que generar el caos, abogar por la intervención militar de Estados Unidos y la destrucción de la economía mediante las sanciones. Los venezolanos están acostumbrados a la acción violenta de esta derecha fascista y el gobierno ya ha demostrado una gran paciencia al permitirles participar en las elecciones. Como es habitual, gritaron fraude antes del escrutinio, sin la menor prueba y sin ninguna voluntad de resolver sus diferencias por las vías jurídicas establecidas por la Constitución.

Pero entonces, ¿por qué participar en las elecciones? El régimen de sanciones ha afectado gravemente la economía venezolana, que ha tenido que reestructurarse. Venezuela ha atravesado períodos difíciles con una pérdida del 99% de los ingresos provenientes del petróleo y una hiperinflación que a veces supera el 300.000%. El país careció de alimentos, energía, medicamentos y enfrentó la pandemia de Covid en estas condiciones. Los venezolanos desean vivir en paz y la derecha fascista esperaba que estos factores negativos le ofrecieran una victoria. No obstante, también organizaron el caos mediante una operación de desestabilización más compleja y pérfida de lo habitual, con un ciberataque destinado a retrasar la proclamación de los resultados varios días, o semanas, lo que habría provocado desórdenes e incluso guerra civil, con la derecha acusando al gobierno de ocultar los resultados para robar la victoria. Afortunadamente, los técnicos pudieron frustrar el ciberataque y los intentos de sabotaje eléctrico, y los resultados pudieron anunciarse con un ligero retraso.

La derecha fascista no tiene ninguna prueba de fraude, y esto es aún más evidente porque están acostumbrados a estos intentos de desestabilización. Los medios occidentales continúan alimentando la campaña de desprestigio contra el gobierno legítimamente elegido. Mientras tanto, las bandas paramilitares de María Corina Machado empujan la violencia terrorista hasta intentar incendiar un hospital, alentados por la impunidad que Washington les ha concedido sistemáticamente.

Los venezolanos esperan vivir en paz y la derecha, con sus guarimbas, tiene una pésima recepción en la gran franja de la población. Al contrario, el presidente Nicolás Maduro está percibido como un símbolo de estabilidad y de seguridad. La cuestión de la paz es fundamental y se ha acabado la acción de los delincuentes en el país, lo que permite ver el futuro con mayor tranquilidad.

La normalidad se restablecerá porque el gobierno está dispuesto a aplicar la ley y proteger a la población venezolana del terrorismo. El fracaso del intento de golpe de Estado será aún más evidente porque Estados Unidos ya no tiene los medios para aislar a Venezuela, que ha cultivado excelentes relaciones diplomáticas y de amistad con los actores clave del mundo multipolar.

*Experta en Geopolítica / Activista de derechos huma

Autor: Ermelinda Malcotte*

teleSUR no se hace responsable de las opiniones emitidas en esta sección.