CITGO, mango bajito

El imperialismo mundial intenta detener el impacto venezolano en las economías emergentes, y utiliza cualquier medio, legal o ilegal, para despojar a la nación de sus importantes recursos. Foto: CITGO.


Por: Miguel A. Jaimes N.

9 de octubre de 2024 Hora: 16:40

Será que con Estados Unidos podemos entender el origen de todas sus decisiones. Para comprender esto, primero el dinero fácil. Nada nos sorprende que ahora tras el anuncio de 7300 millones de dólares han acordado rematar el Holding CITGO.

Su precio real sobrepasa los 120 mil millones de dólares. En un principio los interesados en subastarla habían anunciado que su valor estaba en 20.000 millones de dólares, pero intempestivamente anunciaron que su monto quedaría en 14 mil millones de dólares, y terminaron proponiendo un remate de 7 mil millones de la moneda estadounidense.

Hay que estar en una lectura de metaficciones para entender a los gringos. Antes de finalizar el mes de septiembre del 2024, mediante subasta, una filial de Elliott Investment Management se ha apoderado de un bien 100 % venezolano, ubicado paradójicamente en los Estados Unidos de Norteamérica.

El mayor interesado en la subasta convertida en un negocio redondo tras la cantidad de dinero que les llega de manera fácil ha sido el tribunal del distrito estadounidense de Delaware.

En varias oportunidades, jueces de esta pequeña ciudad se han destacado por su complicidad en maniobras y cobros de altísimas comisiones para intentar llegar al momento que han concertado con la referida subasta.

Para justificar su acción han utilizado la supuesta red de deudas de conocidos acreedores en los famosos bonos venezolanos. Se habla de una cifra superior a 21 mil millones de dólares. Esto reúne a un ingenio de oportunistas que esconde una red de demandas contra Venezuela las cuales sorpresivamente han explotado de manera inmediata y rápida.

A esta cadena de resolutivas demandas aparte de CITGO se le unen las injustas resoluciones jurídicas en contra del patrimonio internacional de Venezuela como recientes casos de embargos en Aruba más Trinidad y Tobago, las cuales fueron decididas sorpresivamente de la noche a la mañana.

Ningún tribunal norteamericano tiene base jurídica para decidir una supuesta trama de expropiaciones, tras supuestos impagos de deudas los cuales fueron planificados desde la Casa Blanca y su Congreso para, de manera desvergonzada negar todo elemento jurídico de defensa por parte de Venezuela y destruir a su gobierno.

Una segunda ronda de licitación sellada el año 2024 va colocando fin a una comedia inservible de demandas acordadas por los grandes capitales para lograr dos nefastas acciones en contra de Venezuela.

La primera es zafar el reconocimiento del mercado internacional venezolano. Su liderazgo, gerencia al ver su petróleo frente al mundo. Posicionamiento en buena parte del Sur global.

Su posicionamiento ha repensado un nuevo liderazgo de los hidrocarburos y el mismo evita que esta construcción se vea frenada en su apertura, el cual sirve de ejemplo para la circunferencia global de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), junto a buena parte del sentido productor que esté fuera del comercio de los marcadores de propiedad de EE. UU.

Como la primera se ubica en lo político la segunda se ubica en lo económico. Todo el imperialismo mundial intenta en una carrera detener el impacto venezolano en las economías emergentes. Todos saben que las reservas venezolanas de casi un 20 % global son los más grandes recursos económicos que superaría a los mayores inversionistas estacionados en las bolsas de valores del mundo.

El escondrijo de tenedores de bonos venezolanos en default es la última parte de esta interminable obra, la cual va acompañada de un dinero fácil del cual se apodera EE. UU. Esto se une a la cantidad de juicios y venezolanos detenidos y deportados desde otros países los cuales habían sido requeridos por la justicia norteamericana para negociar y quedarse con un dinero robado.

Con estos detenidos y cuentas confiscadas aparte de activos, EE. UU. han hecho el negocio redondo. Mientras negocian miles de millones de dólares cuyo dueño y origen es Venezuela y los cuales en muchas de sus conexiones fueron actividades planificadas y acordadas desde Norteamérica con las cuales se buscó la quiebra del Estado venezolano.

Esto es parte de un plan ejecutado sobre todo en las dos últimas décadas al retirar desde Venezuela miles de millones para entrar en una situación económica tan apremiante como la que ahora se ha vivido marcadamente en estos últimos años. Para eso buscaron y negociaron con quienes se convirtieron en sus socios.

Los esperaron, a otros los buscaron, negociaron unos años presos en juicios siempre a favor de los detenidos, les otorgan fianzas, luego los dejaron libres, otros con penas ínfimas siguieron viviendo en Estados Unidos no sin antes quitarles hasta el 90 % de sus fortunas robadas a Venezuela. Nada de esto ha sido devuelto a Venezuela.

Pero el plan prosiguió. Con la manifiesta enemiga de Venezuela Exxon Mobil el director de Amber Energy, Gregory Goff ha señalado conceptos claros para beneficiar a Norteamérica, ha esculpido sus términos para la subasta: estabilidad, fortaleza y éxito que beneficie la licitación donde participa la peor operadora política petrolera, la cual mantiene todos sus frentes abiertos en toda la zona reclamada legalmente por Venezuela a Guyana.

CITGO es la séptima refinería más grande de EE. UU., de las más de 135 refinerías ubicadas en este país. Las participaciones y ganancias son muy elevadas en uno de los negocios más rentables del planeta.

Solo en el 2023 tuvo ganancias superiores a 2000 millones de dólares, esto ha sido considerado el segundo mayor desempeño económico del Holding en buena parte de su historia. Pero todo ese dinero fue comprometido con la cubierta de mantenimiento, reparación y compra de equipos y materia prima. Todo ha quedado en empresas norteamericanas y en cuentas clandestinas.

Si los 2000 millones del 2023 fueron gigantescos, para el 2024 su liquidez antes de finalizar el tercer trimestre del año asciende a tres mil ochocientos millones de dólares. Esto por encima de varias petroleras del mundo.

Miguel A. Jaimes N.

Autor: Miguel A. Jaimes N.

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