Miles de personas salieron a las calles en Bélgica y Países Bajos para manifestarse contra la política de sus Gobiernos hacia Israel y rechazar la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, que hasta el momento deja saldo de 55.432 civiles asesinados, 128.923 heridos y alrededor de 10.000 desaparecidos.

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Las marchas, convocadas por organizaciones de derechos humanos y de ayuda humanitaria, reunieron a decenas de miles de ciudadanos en ambas naciones.

En Países Bajos, los manifestantes marcharon por un recorrido de cinco kilómetros alrededor del centro de La Haya, con el objetivo de trazar de forma simbólica la «línea roja» que, a su juicio, el Gobierno neerlandés no ha sido capaz de marcar frente a las acciones de la entidad sionista.

La movilización fue organizada por Save the Children y Médicos Sin Fronteras, entre otros colectivos y organizaciones. «No quiero ser cómplice de estos horrendos crímenes que están ocurriendo allí y quiero denunciarlos», expresó uno de los asistentes.

El primer ministro saliente de Países Bajos, Dick Schoof, respondió a las movilizaciones mediante un mensaje en su cuenta oficial de X. “Los vemos y los escuchamos”, afirmó.

Schoof también manifestó que las imágenes y testimonios provenientes de Gaza conmueven profundamente. “El sufrimiento humano es inaudito e indigesto”, expresó.

En Bélgica, la protesta también tuvo una amplia participación. Las autoridades estimaron una participación de al menos 75.000 personas, mientras que los organizadores aseguraron que se reunieron más de 110.000 manifestantes.

Como en la primera edición de esta protesta realizada en mayo, la marcha concluyó frente al Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, tribunal que declaró ilegal la ocupación sionista de los territorios palestinos e instó a los Estados miembros de la ONU a suspender todo comercio o inversión que contribuya a sostener dicha ocupación y las masacres contra el pueblo palestino.

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