La prensa israelí reveló este miércoles que el Ministerio de Guerra y el comando militar del régimen sionista analizan una “propuesta sin precedentes” para imponer un cerco total a tres zonas de la Franja de Gaza: la ciudad de Gaza, los campamentos de refugiados del centro y la zona humanitaria de Al-Mawasi, donde se concentran más de dos millones de palestinos.

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La medida prohibiría el ingreso de alimentos, agua y ayuda humanitaria, ya sea por tierra o mediante lanzamientos aéreos, en un contexto de estancamiento en las negociaciones para un canje de prisioneros.

Fuentes de seguridad israelíes justificaron el cerco total por el supuesto rechazo de el grupo de resistencia Hamás a avanzar en las conversaciones, pese al deterioro humanitario en Gaza, donde ya se reportan decenas de muertos, entre ellos varios niños, por hambre.

La propuesta, aún sin aprobación formal, se debatirá en una sesión ampliada del gabinete de seguridad en los próximos días. Israel evalúa aplicar el cerco en las tres zonas, de modo simultáneo o por etapas.

El plan también incluye incentivos para civiles que abandonen las áreas sitiadas, ofreciendo acceso a alimentos, agua, electricidad y asistencia humanitaria.

La estrategia busca aislar a Hamás de la población civil y aumentar la presión sobre el grupo. “Las metas de la guerra entraron en conflicto”, afirmó el jefe del Estado Mayor al gabinete.

Paralelamente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prepara otra reunión del Gabinete para analizar opciones militares adicionales.

Entre estas se encuentra la división de la Franja de Gaza, el establecimiento de una administración militar y el control directo sobre el ingreso de alimentos en las zonas más afectadas. Las medidas se suman al desplazamiento forzado de civiles del norte al sur del enclave, que continúa en curso.

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