La congresista de Estados Unidos (EE.UU.) Marjorie Taylor Greene, aliada de Donald Trump, sugirió que las acciones de Israel en Gaza son parte de un genocidio y condenó la situación de hambruna en Gaza, que ha dejado más de 120 muertos.

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Taylor Greene, figura destacada del movimiento “Make America Great Again” (MAGA) de Trump, expresó su postura en una publicación en redes sociales el lunes.

“Es lo más veraz y fácil de decir que el 7 de octubre en Israel fue horrífico y todos los rehenes deben ser liberados, pero también lo es el genocidio, la crisis humanitaria y el hambre en Gaza”, dijo Greene.

Sus palabras se alinean con evaluaciones de organizaciones de derechos humanos y expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quienes califican a las acciones de Israel en Gaza como un genocidio.

Greene también criticó a su colega republicano Randy Fine, quien celebró el hambre y bombardeos contra palestinos.

Fine, conocido por su apoyo incondicional a Israel, afirmó en redes sociales que las imágenes de niños desnutridos en Gaza son “propaganda terrorista musulmana” y escribió: “Liberen a los rehenes. Hasta entonces, que mueran de hambre”.

Greene calificó estas declaraciones como “desgraciadas” y advirtió que podrían fomentar el antisemitismo. El Comité Judío Estadounidense (AJC), un grupo pro-Israel, condenó los comentarios de Fine, señalando que “insinuar que el hambre es una táctica legítima es inaceptable”.

El contexto de las declaraciones de Greene refleja una creciente presión internacional para denunciar el bloqueo israelí en Gaza, que ha restringido la entrada de suministros básicos.

Según datos citados por la cadena libanesa Al Jazeera, más de 120 personas han muerto por la crisis de hambre impuesta por Israel, que ha limitado el acceso a alimentos y ayuda humanitaria en Gaza.

La congresista se convirtió en la primera republicana en el Congreso en usar el término “genocidio” para describir esta situación, un término previamente empleado por legisladores demócratas como John Garamendi, quien afirmó que «es imposible ver el hambre causada por la falla deliberada de Israel en permitir ayuda humanitaria y no ver un genocidio contra el pueblo palestino”.

Aunque los republicanos han respaldado históricamente a Israel, las declaraciones de Greene evidencian una fractura en el partido. Su postura contrasta con la mayoría de sus colegas, quienes mantienen un apoyo incondicional al régimen sionista.

Además, Greene ha tomado otras acciones recientes contra la política israelí, como intentar reducir fondos militares estadounidenses para Israel, un esfuerzo que solo contó con el apoyo de seis legisladores, incluyendo a la demócrata Rashida Tlaib, de origen palestino.

El presidente Trump también reconoció la crisis en Gaza. Durante una visita a Escocia dijo que “eso es hambre real, lo veo y no se puede fingir”.

Sin embargo, su Administración ha evitado criticar directamente a Israel, manteniendo miles de millones de dólares en ayuda militar y respaldo diplomático.

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