La cifra de fallecidos por el deslizamiento de tierra en la vereda Granizal en la madrugada del pasado martes, en el barrio El Pinar de Bello, Antioquia, ascendió a 22 personas según las autoridades locales de Colombia.

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El alud de tierra, originado en la quebrada La Negra, arrastró todo a su paso y cubrió con lodo una amplia zona, afectando aproximadamente 50 viviendas.

Las autoridades colombianas estiman que el movimiento en masa alcanzó los 75.000 metros cúbicos.

A pesar del hallazgo de más víctimas mortales, aún se busca a ocho personas que permanecen desaparecidas.

Un contingente de 391 rescatistas, junto a vecinos de la zona, trabajan incansablemente para revisar cada rincón donde se encontraban las casas sepultadas; ya que las condiciones climáticas han favorecido las labores de rescate, en contraste con las 36 horas de lluvia intensa que precedieron la tragedia.

Hasta el momento, 1.600 personas fueron identificadas como damnificadas por esta emergencia, y 625 personas permanecen en los dos albergues temporales habilitados, donde reciben alimentación, ropa y atención psicológica por parte de equipos de Sanamente y otras secretarías.

En caso de nuevos deslizamientos, las autoridades implementaron medidas preventivas, como la instalación de una cámara de monitoreo constante y tres sirenas para alertar sobre posibles nuevos deslizamientos, además de realizar inspecciones casa por casa para ordenar evacuaciones definitivas en viviendas con riesgo inminente.

La Alcaldía de Bello dispuso también puntos oficiales para recibir donaciones en la Defensa Civil Bello y el Centro Vida Día del Adulto Mayor, solicitando a la comunidad abstenerse de llevar ayudas directamente a la zona del desastre para no obstaculizar las operaciones de rescate y evitar la entrega de alimentos preparados por riesgos de contaminación.

Reporte de deslizamiento en Villatina, Medellín

Mientras las labores en Bello continúan, un nuevo movimiento en masa generó alarma en el barrio Villatina (comuna 8), en el oriente de Medellín, el pasado viernes.

Este evento se presentó en medio de una evacuación por la demolición de unas 23 edificaciones que se encuentran en zona de riesgo inminente.

Hasta el momento, las autoridades no reportaron personas fallecidas ni lesionadas, aunque causó temor en la comunidad, especialmente en quienes se habían negado a desalojar la zona.

En este mismo sector de Villatina, ya se habían registrado movimientos en masa los días 21 y 22 de mayo, lo que llevó al Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) a recomendar la evacuación de 35 viviendas.

El Dagrd reiteró el llamado a proteger la vida y acatar las recomendaciones de evacuación, señalando que «el movimiento en masa continúa activo».

La situación actual, que se produjo durante una diligencia de demolición a cargo de la Alcaldía de Medellín, generó polémica y choques con la comunidad, que denunció haber sido avisada con solo un día de antelación.

Medellín ha estado en alerta roja por más de tres meses debido al riesgo de inundaciones, deslizamientos y avenidas torrenciales, acrecentado por la intensa temporada de lluvias.

El director del Dagrd, Carlos Quintero, explicó que la ciudad se asienta sobre la «dunita antioqueña», una roca que al descomponerse forma un pantano, explicando por qué «se mueve tanto la tierra».

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