Residentes de los corregimientos Villa Colombia y Ampudia, en el municipio de Jamundí, perteneciente al departamento del Valle del Cauca, ubicado en la región suroccidental del país, retuvieron en forma temporal a unos 150 soldados bajo la amenaza de grupos pertenecientes a las disidencias de las desmovilizadas FARC.

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Este acto fue liderado por el Frente Jaime Martínez, el cual, mediante intimidaciones a la población, logró forzar la retirada de soldados pertenecientes al Batallón de Operaciones No. 13, adscrito a la Tercera División del Ejército Nacional.

Tras aproximadamente cinco horas de tensión y presión ejercida por los habitantes de ambos corregimientos, los militares lograron abandonar la zona. Sin embargo, durante su permanencia, algunos civiles intentaron despojar a varios uniformados de sus armas de dotación.

En medio del altercado, dos jóvenes civiles resultaron lesionados y posteriormente fueron trasladados al Hospital Piloto de Jamundí, donde se confirmó que su condición médica era estable.

Este episodio representa, según testigos y declaraciones locales, «el reflejo desesperado de una guerrilla debilitada, que al no poder confrontar militarmente al Ejército colombiano, utiliza como escudo a la población civil».

Una vez liberados, los efectivos —entre ellos oficiales y suboficiales— se desplazaron hacia el sector de Robles, un corregimiento ubicado en la zona baja del municipio.

Tras lo sucedido, la gobernadora Dilian Francisca Toro condenó categóricamente los hechos y solicitó a la Fiscalía General de la Nación y a las organizaciones de derechos humanos iniciar una investigación exhaustiva y aplicar las sanciones correspondientes.

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