El momento histórico de la esclavitud dejó a la humanidad un montón de resultados culturales trascendentales. En las Bahamas, a través de disfraces, al son de los tambores y otros instrumentos surgió el Junkanoo, una fiesta tradicional que se realiza mediante de desfiles y coincide con fechas navideñas.

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La raíz del Junkanoo

En el siglo XVIII, cuando comienza a surgir la festividad, la dinámica consistía en otorgar a los esclavos tres días de libertad durante la temporada navideña. Durante este tiempo, los esclavos tenían la oportunidad de caminar por las calles usando máscaras y disfraces.

Esta celebración tenía lugar dos veces al año, específicamente en el día de San Esteban y el día de Año Nuevo. Por lo general, comenzaba por las 02H00 y duraba hasta las 15H00 del día siguiente.

En aquel momento, las personas solían utilizar esponjas de mar y otros elementos naturales para fabricar su ropa, pinturas e incluso los instrumentos musicales, que en su momento eran realizados con conchas de caracol, cuernos de animales y madera.

Y como ninguna expresión cultural se escapa de las brechas de género, es importante destacar que desde la concepción del Junkanoo, esta fue una expresión artística dominada por la participación masculina. En el transcurrir de la historia, las mujeres bahamesas no habían podido participar activamente en esta celebración, y una de las principales razones se debe a la tradición conservadora que imperaba en la sociedad de esta excolonia británica.

Pero fue en el siglo XX que este escenario fue modificado rotundamente gracias a la tarea de reconocimiento que logró una artista local llamada Maureen Duvalier, quien, con el tiempo, se ha convertido en un ícono nacional. Actualmente es conocida como Bahama Mama.

Bahama Mama sobresalió por su carisma y habilidad para cantar canciones tradicionales que eran extremadamente populares tanto entre los habitantes locales como los visitantes turistas. Para realzar su estilo, siempre llevaba un pañuelo distintivo en la cabeza, lo que la hacía destacar aún más y romper con las normas establecidas.

En 1958, la artista llevó la batuta como líder del primer grupo de Junkanoo totalmente compuesto por mujeres que desfilaron en la calle Bay, donde se concentran la mayoría de los negocios y comercios más importantes de la capital, y que causó tanta impresión que se llevaron el máximo galardón de la fiesta de Junkanoo de aquel año.

La realización de esa hazaña permitió que las mujeres ingresaran a este campo y ampliaran su rol en la danza de esta forma de arte, así como en la composición de temas y también en la creación de los trajes característicos de este tipo de celebración. En aquel momento, la mayoría de los bailarines eran hombres, pero hoy son las mujeres las que predominan.

Las vestimentas llaman la atención por sus colores vibrantes, la incorporación de flequillos y, en general, la utilización de poca tela, revelando una gran parte del cuerpo de los bailarines.

Actualmente, las tropas ensayan su coreografía durante todo el año y compiten por varios premios.

El festival se lleva a cabo en el extenso archipiélago de las Bahamas, que cuenta con una superficie de unos 13.880 kilómetros cuadrados (km2) y está compuesto por 700 islas que se extienden desde la costa de Florida hasta Haití.

El desfile más destacado tiene lugar en la capital, Nasáu , ubicada en la isla de Nueva Providencia. Otras islas como Gran Bahamas, Eleuthera, Harbour Island, Bimini, Exumas y Abacos también celebran sus propios desfiles de carnaval.

En el presente año 2023, esta tradición fue Inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

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