La Agencia para los Refugiados (UNRWA) estimó en, al menos, un millón «las personas que han sido desplazadas en los primeros siete días», de acuerdo a los dichos de la directora de comunicaciones de la UNRWA, Juliette Touma.

No obstante, la propia Touma dijo que «Es probable que la cifra sea mayor a medida que la gente siga abandonando sus hogares» obligada por los bombardeos de la aviación israelí sobre zonas civiles.

Israel justifica sus bombardeos con el pretexto de estar atacando objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, sin embargo, sus ataques se han dirigido contra infraestructura civil, incluyendo hospitales y escuelas de la ONU y otras agencias mundiales. 

La Autoridad Nacional Palestina y organismos internacionales denuncian que en la Franja de Gaza se desencadena una crisis humanitaria, ya que los residentes carecen de agua, alimentos, medicinas y electricidad. Al mismo tiempo, decenas de aviones de la Fuerza Aérea israelí convierten Gaza en ruinas. 

En ese contexto, el primer ministro palestino, Mohammad Shatyyeh, declaró que el Gaza necesita corredores seguros para la entrega de alimentos y medicinas.

A su vez, el presidente palestino, Mahmud Abás, llamó a enviar ayuda humanitaria a Gaza y abrir corredores humanitarios.