La Iglesia católica de Ecuador expulsó a un sacerdote de nombre César Cordero de la arquidiócesis de Cuenca (ciudad ecuatoriana) por presuntos abusos sexuales a niños hace más de 50 años.

Los hechos de violación fueron denunciados en diversos colegios en donde el religioso tenía la principal responsabilidad de dirigir. Por su parte, la Fiscalía de la provincia de Azuay, (una de las 24 provincias que conforman Ecuador), había comenzado investigaciones sobre los diferentes sucesos de abuso sexual en conjunto con la Iglesia. 

Aparentemente los actos sexuales a niños venían ocurriendo desde hace décadas, pues muchos de los denunciantes, hoy tienen más de 50 años.

La primera acusación la realizó un hombre de 62 años de edad, quien se enteró que Cordero recibiría un reconocimiento por los 461 años de la Fundación de Cuenca, así que decidió declarar contra él. 

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La decisión de expulsar al padre fue anunciada por medio de un comunicado público de parte de la iglesia. Hay que recordar que los casos de abuso sexual contra menores de edad no es algo nuevo dentro de la arquidiócesis ecuatoriana, puesto que en julio de 2018 fue expulsado un sacerdote de nombre Luis Fernando Itriago, quien tenía gran relevancia en Guayaquil. 

El Vaticano también estuvo envuelto en las averiguaciones sobre los hechos sexuales en contra de Cordero, pues envió al vicario judicial de la arquidiócesis de Santiago de Chile, Jaime Ortiz, para investigar las denuncias y contrastarlas respectivamente con el marco de derecho canónico. 

En su visita, el vicario se reunió con familiares, denunciantes y autoridades religiosas para llegar a un acuerdo sobre los casos penales.