Una vez más, miles de nicaragüenses exigen justicia y rechazan la violencia
En "Caminata por la paz y la vida" miles de nicaragüenses se movilizaron el sábado para demandar justicia ante los hechos de violencia ocurridos en el país, al tiempo que expresaron su apoyo al presidente Daniel Ortega.
Desde la rotonda Jean Paul Genie los simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) marcharon hasta llegar a la Avenida de Bolívar a Chávez, en Managua (capital), donde rechazaron las protestas violentas que dejaron 198 muertes y cientos de heridos, según cifras del Gobierno.
Centenares de miles caminan la tarde de este sábado por la paz, la vida y la justicia en #Nicaragua, caminata que inició desde la rotonda Jean Paul Genie y se dirige hacia la rotonda Hugo Chávez.#SeptiembreVictorioso pic.twitter.com/6Vj7acBTJ7
— Canal 2 (@Canal2Nicaragua) 1 de septiembre de 2018
“Ellos los mataron”, “Que paguen por sus crímenes”, “No eran estudiantes eran delincuentes”, “Daniel se queda”, “Daniel amigo, el pueblo está contigo”, entre otras consignas se escucharon, al tiempo que desfilaban banderas rojinegra y azul y blanco.
"El pueblo le está diciendo que estamos con él y los miles de personas que vamos aquí (...) nuestro pueblo es grande y Nicaragua está con Daniel Ortega viendo las mejoras que ha hecho poco a poco en nuestro pueblo", dijo Ana Fuentes citada por El 19 Digital.
En la movilización estuvo el vicecanciller nicaragüense Valdrack Jaentschke, quien mencionó los logros sociales e internacionales alcanzados durante el Gobierno del FSLN, liderado por el comandante Ortega.
El pueblo se toma las calles. El verdadero pueblo que exige Justicia y Reparación. El sandinismo tiene a Dios y la verdad de su lado. @ElBuitreNica @florycanto_nic#SeptiembreVictorioso#PLOMO19 pic.twitter.com/9iCr088gff
— La Bunke (@TamaraBunke1) 1 de septiembre de 2018
"Hemos reinsertado a Nicaragua como país caribeño y reconstruido los lazos históricos y de identidad con nuestros hermanos del Caribe", señaló.
>> Rosario Murillo destaca que Nicaragua dejó el dolor atrás