El representante oficial del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, aseguró este que aviones estadounidenses realizaron el miércoles una serie de bombardeos a la ciudad de Alepo, al noroeste de Siria, donde resultaron destruidos dos hospitales.

Konashénkov calificó las acusaciones de Estados Unidos (EE.UU.) como absurdas, debido a que la Fuerza Aérea rusa que opera en la nación árabe con autorización del presidente Bashar Al Assad, no tenía previsto ningún ataque.

Las declaraciones del funcionario ruso se dan en respuesta a la afirmaciones del portavoz del Departamento de Defensa norteamericano, Steve Warren, en relación con la destrucción de los centros hospitalarios.

"Hemos analizado escrupulosamente todos los datos sobre objetivos militares que fueron alcanzados el miércoles en la provincia de Alepo. Quizá le aflija al coronel Steve Warren saber que no acertó: los aviones rusos no operaban ayer en los alrededores de la ciudad de Alepo", comentó

En ese sentido, Konashénkov detalló que Warren no mostró "ni la hora (de los ataques), ni las coordenadas de estos hospitales, ni las fuentes de esta información, literalmente nada".

Rusia dejó en claro la gravedad de las acusaciones, debido a que no pueden compararse denuncias de supuestos activistas de derechos humanos con información ofrecida por el Pentágono.

Para ratificar la postura rusa, Konashénkov acotó: "El objetivo más cercano (de los aviones rusos) estaba a más de 20 kilómetros de la ciudad. Mientras tanto, la propia ciudad la sobrevolaba de forma activa solo la aviación de la así llamada coalición contra el Estado Islámico".

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