La violencia en Birmania (Myanmar) hacia la etnia rohingyá ha aumentado considerablemente con los acontecimientos ocurridos el 25 de agosto de este año, consiguiendo una masiva inmigración de 300.000 hacia Bangladés en las últimas semanas.

Desde el 25 agosto, hay una masiva inmigración del pueblo rohingyá a causa del gran genocidio por parte del Ejército en el noreste de Birmania. Esto comenzó con ataques a puestos policiales y una base militar por parte de ARSA (Arakan Rohingya Salvation Army) un grupo insurgente de esta comunidad, lo que trajo como consecuencia el aumento de la presencia policial en Arakan, así como el asesinato de 110 ronhinyás y la huida de aproximadamente123.600 personas por el río Naf para poder ubicarse en Bangladés.

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Las autoridades de este país están comenzando a impedir el paso de esta inmigración, dejando a diez mil de estos inmigrantes entre las dos fronteras.

"ARSA existe legítimamente bajo la ley internacional para defender, salvar y proteger a la comunidad rohingyá con todas sus capacidades de acuerdo con los principios de la autodefensa", dijo la organización en un comunicado.

¿Quiénes son los rohingyás?

Los rohinyás son una minoría musulmana procedente de Arakán, Myanmar. Este pueblo ha sido violentado y despojado de sus derechos humanos, durante un largo periodo hasta la actualidad.

Desde hace siglos, se establecen en un territorio en su mayoría budista, por lo que han sufrido de constante persecución por parte de la población. Otro origen del problema fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los rohinyás fueron partidarios de los ingleses y los Arakenses de los japoneses, lo que ocasionó un gran conflicto entre estas comunidades. La situación se complicó cuando, en 1948, Birmania tuvo la independencia de Inglaterra.

Discriminación por parte de las autoridades

La discriminación hacia este grupo ha sido promovido por las autoridades, llegando al punto en que el Estado desconoce a los rohinyás como parte de los 135 grupos étnicos que habitan Myanmar actualmente, por lo que no gozan de los derechos fijados en la Ley de ciudadanía vigente, decretada en 1982 por el presidente Maung Shu Mang Ne Win.

En 1995, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR por su sigla en inglés), presionó para que los mismos pudieran emitir una identificación, que no era más que una tarjeta de registro temporal donde muestra el nombre, religión y fecha de nacimiento, pero no pueden optar por la nacionalidad porque no indica lugar de origen. Más tarde, en el 2008 se les permitió votar en el referéndum constitucional.

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Para 2011, cuando Thein Sein subió al poder, suspendió las tarjetas de registro temporal, también conocidas como “tarjetas blancas”, lo que les impidió ejercer su derecho al voto.

Violencia contra los rohingyás

Durante los enfrentamientos en Rajine en 2012, 650 personas procedentes de la etnia rohingyá fueron asesinados, otras 1.200 desaparecidas y 80.000 obligadas a abandonar sus hogares.

Esta minoría ha sufrido violaciones de derechos humanos, de tal manera que no pueden trasladarse sin autorización de un lugar a otro dentro de la nación, al tiempo que no gozan del derecho a la educación. Asimismo, pueden ser despojados de sus tierras para otorgarlas a residentes del país y tiene dificultades para conseguir empleo.

La ONU estima que unos 42.000 rohingyá se encuentran en el sudeste de Asia, llegando a través de la bahía de Bengala y el mar de Andaman, en busca de mejorar sus condiciones de vida.

Se estima que, entre octubre del 2016 y julio del 2017, unos 87.000 rohingyás han huido a la región de Bangladés según la Organización Internacional para las Inmigraciones, y aproximadamente 32.000 de ellos se encuentran en condición de refugiados.

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