El exprimer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, considera que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, está empujando el mundo al borde de un conflicto global con acciones como el derribo del bombardero estratégico ruso Su-24 en la provincia siria de Latakia.

"El doble rasero de Erdogan y sus políticas agresivas amenazan con una nueva guerra mundial", aseveró el político retirado.

Asimismo, sostiene que Erdogan afirma que el avión ruso entró en el espacio aéreo de Turquía durante unos segundos, olvidando que sus propios aviones violan el espacio aéreo iraquí y sirio todos los días.

Al Maliki dejó su cargo al frente del Gobierno de Irak en septiembre del 2014, por las fuertes presiones de Estados Unidos, semanas después de que este país empezara a bombardear las posiciones del autodenominado Estado Islámico en Irak. 

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La Fuerza Aérea de Turquía derribó el martes cerca de la frontera con Siria un avión ruso modelo Su-24 que denuncian habría violado su espacio aéreo, situación desmentida por el Kremlin.

Los dos pilotos a bordo de la nave lograron eyectarse antes de que el artefacto fuese atacado, sin embargo, Rusia confirmó la muerte de uno de ellos, mientras que el otro fue rescatado y se encuentra estable.  

Tal hecho demuestra que Turquía está apoyando a los extremistas en la nación árabe, para forzar la salida del presidente, Bashar Al Assad. Analistas internacionales han asegurado que Turquía en alianza con EE.UU. ha apoyado y armado de forma sistemática a los mercenarios en Siria desde 2011. 

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