Tras dos meses de campaña electoral, México cerró el miércoles el período establecido para proselitismo político con más de 20 muertos y gran cantidad de manifestaciones en contra de la celebración de los comicios, previstos para el 7 de junio.

Pese a las declaraciones emitidas por el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, sobre la "tranquilidad" en la que se desarrolló la campaña política, algunas cifras publicadas por medios locales cuestionan si la jornada se realizará en paz.

Córdova insistió en que el ente está preparado para afrontar estas elecciones e incluso a enfrentar contingencias, en caso de situaciones extremas

Varios precandidatos, candidatos y personas relacionadas con campañas electorales de algunos partidos han perdido la vida en circunstancias hasta ahora atribuidas al crimen organizado que opera en algunas regiones de México.

Los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero (sur de México), fueron escenario de numerosas manifestaciones en contra de las elecciones, que se han considerado como un "fraude" debido a la desconfianza ante autoridades, instituciones y políticos del país.

Manifestaciones

En Oaxaca, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquearon los accesos al Aeropuerto Internacional para exigir que la anulación de la reforma educativa, entre otras demandas.

Mientras, en Chiapas, la CNTE se presentó ante la sede local del INE, donde se registró el incendio de uno de los vehículos oficiales y el bloqueo de las principales salidas de Tuxla Gutiérrez, capital del estado.

En Guerrero, dos policías y diez manifestantes resultaron heridos durante un enfrentamiento entre agentes de seguridad y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.

Los manifestantes aseguran que las elecciones son una farsa, debido a que muchos de sus candidatos mantienen presuntos vínculos con el crimen organizado.