Los jornaleros del Valle de San Quintín en Baja California (noroeste de México) mantienen las movilizaciones a casi dos meses que iniciaron el reclamo por mejoras salariales y condiciones dignas de trabajo y han indicado que no dejarán de protestar ni levantarán la huelga laboral hasta que el Gobierno no acate sus peticiones.

Así lo resaltó la jornalera Julia Hernández, quien declaró para las cámaras de teleSUR que el Gobierno mexicano no atiende lo que “aquí estamos sufriendo y es culpa del Gobierno que no nos quiere hacer caso, exigimos que nos dé respuesta”.

Recalcó que todos los jornaleros están molestos por el tiempo que ha pasado y aún no les resuelven el problema, “el Gobierno sólo se ha encargado de enviarnos a la policía para lastimarnos, han herido a niños y ellos no tienen la culpa de nada, no es justo lo que nos están haciendo”.

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Hernández denunció además que los policías lo que se han encargado es de cuidar a los patronos “y nosotros como no tenemos dinero, nos agredieron”, refiriéndose al reciente ataque que sufrieron el pasado sábado donde murieron tres jornaleros y 70 resultaron heridos.

Por su parte, el corresponsal de teleSUR en México, Eduardo Martínez, informó que los líderes de las colonias de San Quintín se reunirán con los pobladores este martes para prepara la movilización de mañana en la que esperan la presencia del representante de la Secretaria de Gobernación con una respuesta positiva a sus peticiones.

Martínez resaltó que en el Valle de San Quintín se obtienen cerca de 500 millones de dólares al año producto del trabajo de los jornaleros, quienes laboran por más de 12 horas y les pagan entre 100 y 120 pesos diarios en las que le incluyen todas las prestaciones de ley.

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Contexto:

Los jornaleros mantienen una huelga desde el 17 de marzo cuando se cansaron de ser maltratados y explotados, por lo que decidieron salir a las calles a protestar por las condiciones de semi esclavitud a la que son sometidos, especialmente niños y mujeres.

Destacan que la situación que ellos atraviesan se vive en 19 estados del país. Su protesta se centra en la violación de los derechos humanos y laborales que sufren los jornaleros que trabajan en la siembra y cosecha de estos alimentos y que están en proceso de reunión con las organizaciones y sindicatos existentes en la Unión Americana, para buscar más apoyo.