Los países del Medio Oriente rechazaron este miércoles la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén porque traerá consecuencias desastrosas para la región. 

Irán condenó la decisión del mandatario estadounidense y aseguró que "la provocativa e imprudente decisión de Estados Unidos... provoca a los musulmanes y enciende una nueva intifada, así como una escalada de comportamiento radical, iracundo y violento", puntualizó el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní.  

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El rey Abdalá II de Jordania, que con Egipto tiene un tratado de paz con Israel, señaló su descontento a Trump mediante una llamada telefónica y le indicó que ignorar los sentimientos de los palestinos, los musulmanes y los cristianos solo incentivará el extremismo.

El presidente egipcio Abdel Fatah el-Sissi conversó con Trump y lo exhortó a evitar toda medida que socave el proceso de paz del Medio Oriente.

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El primer ministro de Palestina, Rami Hamdala, luego de reunirse con los diplomáticos europeos señaló que la decisión de Trump “animará los conflictos y aumentará la violencia en toda la región”.

Políticos, activistas de Teherán, Ankara y Siria enfatizaron que la medida sembrará la inestabilidad y caos en la región.

En Gaza cientos de palestinos protestaron con la quema de banderas estadounidenses e israelíes, mientras ondeaban banderas palestinas y carteles proclamando: “¡Jerusalén es nuestra capital eterna!”. En Hamas convocaron a más protestas para los próximos días.