El jefe de Estado argentino expresó que no sabe cuánto es la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura cívico militar que vivió Argentina y que piensa que ello "es una discusión que no tiene sentido". Así lo señaló durante una entrevista con el sitio estadounidense BuzzFeed.

"No tengo idea. Es un debate que no voy a entrar si son 9 mil o 30 mil, si son los que están anotados en un muro o si son mucho más. Me parece que es una discusión que no tiene sentido", expresó.

Pese a ello, opinó que la dictadura militar "fue lo peor que nos pasó en nuestra historia, no pasa por un número. Es algo horrible que pasó y que por suerte también lo pusimos sobre la mesa y lo hemos podido enfrentar con coraje".

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Al respecto, señaló que para él es prioritario "todo lo que tenga que ver con esclarecer la verdad y que se llegue a saber qué pasó en los hechos del pasado", pero que su mayor prioridad también es trabajar en los derechos humanos del siglo XXI, como el acceso de todos los argentinos a la educación, salud, al trabajo y a la educación.

Sin embargo, no desaprovechó la ocasión para defender su política del tarifazo de gaz y luz, que ha aumentado en más del 300 por ciento los servicios públicos encareciendo la vida de los ciudadanos. En ello se escudó con el argumento de que muchas inversiones no llegan al país por la crisis energética que supuestamente dejó el kirchenrismo.

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"Si cuando termine mi gobierno, no reduje la pobreza, significará que fracasé. No hay excusas", prometió cuando el índice crece cada día.

"Lo hicimos lo más gradual que podíamos. No había alternativa en un sistema que estaba quebrado (...) Me duele cada vez que tengo que demandarles un esfuerzo más a los argentinos, pero lo hice porque la energía es la clave para el crecimiento", intentó argumentar al saber el alto rechazo que tienen sus políticas entre el pueblo.

Así mismo reiteró que aunque quiere esclarecer lo que pasó durante los años de oscurantismo de la dictadura, no cree "en la forma en que se condujo el gobierno anterior donde interfirió, presionó" a la Justicia. "Esa no es la forma de disfrutar de una vida en democracia", concluyó.

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Sin mayor respeto, el mandatario argentino desestimó las declaraciones de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una de las defensoras de derechos humanos más importante para la sociedad civil por su lucha para reivindicar a los desaparecidos durante el autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).

"Hace rato que no le contesto. Está desquiciada, dice barbaridades fuera de lugar hace varios años", igualmente la acusó de estar "involucrada en hechos de corrupción graves (...) En la Justicia del Siglo XXI todos tenemos que ser iguales. Se ve que ella no lo interpreta de la misma manera", opinó.

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