El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ve con optimismo la próxima reunión con líderes de la eurozona previsto para el lunes 22 de junio, en la que espera alcanzar un acuerdo, sin necesidad de recurrir a medidas neoliberales. 

"La convocatoria de la cumbre del lunes es un desarrollo positivo en el camino hacia un acuerdo", señaló Tsipras, en un comunicado publicado este viernes.

El primer ministro subrayó que Grecia mantiene la disposición de llevar las negociaciones al más alto nivel político y acceder, si se requiere, a nuevas concesiones que coincidan con la política económica que ahora impulsa el gobierno de Atenas (capital).

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"Los que invierten en la crisis y en escenarios de terror se verán refutados. Habrá una solución basada en el respeto de las normas de la UE y de la democracia que permita a Grecia volver al crecimiento dentro del euro", sentencia Tsipras en el documento.

El jefe del Ejecutivo griego se encuentra en Rusia desde el jueves por su participación en el Foro Económico de San Petersburgo (SPIEF) 2015, y reunión con el presidente ruso Vladimir Putin. 

Tsipras además sostendrá un encuentro diplomático durante el fin de semana con el varios líderes europeos, entre ellos, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Jucker.

Mientras procura alcanzar el objetivo de Atenas, Tsipras reiteró que se niega a las presiones de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, respecto al pago de la deuda. 

Largarde dijo el jueves que si ese país no logra pagar la deuda que contrajo con esa organización para el 30 de junio, será declarado insolvente. Apuntó que para Grecia "no hay periodo de gracia. Si el 1 de julio no se pagó, no está pagado".

¿Qué quieren los acreedores?

Atenas debe cancelar 16 mil millones de euros (18 mil 197 millones de dólares) al FMI, el Banco Central Europeo y otros acreedores a corto plazo. No cuenta con recursos debido a aplicación de medidas económicas erróneas de gobiernos anteriores

Los acreedores han dicho que pueden entregar a Grecia los siete mil 200 millones de euros (ocho mil millones de dólares) que congeló en el marco del programa de rescate, pero solo si aplica recortes económicos.

Exigen además, que reduzca el uno por ciento sus gastos en pensiones, los cuales alcanzan 16 por ciento de su Producto Interno Bruto (PBI), y que aumente los impuestos sobre el valor añadido (IVA).

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Por otro lado quieren que el país supere el objetivo de superávit presupuestario del uno por ciento del PIB en 2015, de dos por ciento en 2016 y de 3,5 por ciento en 2018.