El presidente de Palestina, Mahmud Abbas, lamentó este miércoles que la cuestión palestina siga sin  solución y que la Organización de Naciones Unidas (ONU) se mantenga sin poner fin a la injusticia y sin dar a su pueblo el derecho a la libertad y la autodeterminación.

“Lamentablemente, la justa causa de Palestina sigue paralizada aunque hayan pasado tantos años, nuestro pueblo ha colocado sus esperanzas en los países de esta organización para ayudarles a adquirir su libertad, su independencia y su soberanía, para que sus derechos y sus deseos de tener un propio Estado al igual que los demás pueblos de la tierra, puedan concretarse”, dijo.

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Durante su primer discurso ante la Asamblea General del organismo internacional, recordó que se ha cometido una injusticia histórica contra su patria. “Este pueblo no merece verse privado de su propia patria, morir en el exilio, en el mar, o vivir de un campamento de refugiados a otro”, expresó.

“¿Es pedir demasiado?”, cuestionó el líder palestino, quien remarcó que demandan justicia, paz y equidad.

Palestina merece pleno reconocimiento y membresía en la ONU, resaltó.

“¿Hasta cuándo seguirá Israel por encima del derecho internacional y sin rendir cuenta de sus actos?”, cuestionó el líder palestino, quien denunció la existencia de una larga lista de crímenes contra su pueblo.

En nombre de Dios vengo desde Palestina obligado a hacer sonar la alarma sobre lo que está sucediendo en Jerusalén, donde grupos extremistas de Israel están cometiendo incursiones repetidas y sistemáticas en la mezquita de Al-Aqsa, con objeto de imponer una nueva realidad y permitir a los extremistas bajo la protección de las fuerzas ocupantes israelíes entrar a la mezquita y ejercer sus actividades religiosas, resaltó.

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Seguidamente, pidió al Gobierno israelí que, antes de que sea demasiado tarde, ponga fin al uso de la fuerza brutal para imponer sus planes, cuyo objetivo es socavar el carácter santo de los lugares islámicos y cristianos en Jerusalén, y consideró que esas acciones convertirán el conflicto, de político a religioso.

Abbas aseguró que no responden a la brutalidad y el odio de Israel de la misma manera y que, en lugar de ello, optan por propagar la cultura de la paz y la coexistencia entre los pueblos y la región.

“Tenemos ansias de ver el día en que nuestro pueblo y todos los pueblos de nuestra región disfruten de la paz la estabilidad y la prosperidad, lo que no puede alcanzarse si persisten las ocupaciones y demás crímenes”, sentenció.

Finalmente, señaló que los palestinos están determinados a mantener la unidad de la tierra, no a soluciones temporales, ni a un Estado fragmentado; por lo que llamó al Consejo de Seguridad y a la Asamblea general de la ONU a asumir sus responsabilidades, antes de que sea demasiado tarde.

“Palestina busca la paz, su pueblo quiere vivir en unidad y paz”.

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EN CONTEXTO

En ocasión del discurso del presidente de Palestina, Mahmud Abbas, en el 70 periodo de sesiones la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), este miércoles será izada la bandera del país asiático en la sede del organismo internacional en Nueva York.

La resolución para que las enseñas de los países observadores (Palestina y el Vaticano) ondeen en la sede de la ONU, fue adoptada el pasado 10 de septiembre durante las reuniones previas al debate general, con 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones.

Estados Unidos, Israel, Canadá, República Checa, Panamá, Palau, Micronesia, Nauru, y las islas Marshall, fueron las naciones que se opusieron a la medida, por considerar que se trata de un reconocimiento implícito de la soberanía de los palestinos sobre el territorio ocupado por Israel desde 1967.

Palestina es Estado observador  no miembro de la ONU desde el año 2012, por lo que no es reconocido para ejercer su voto en las decisiones del organismo.

Ante la controversia que se ha suscitado luego de adoptada la resolución, el observador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, consideró que izar la bandera afuera de la sede principal de la instancia, no finalizará la ocupación israelí, pero es un signo del apoyo internacional hacia el viaje palestino rumbo a la materialización de un Estado.