El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió el lunes reprimir “con mano de hierro” las marchas palestinas contra las políticas racistas promovidas por su Gobierno en Cisjordania y Jerusalén.

Durante una reunión de emergencia con su gabinete de Gobierno, Netanyahu eliminó las restricciones para la policía israelí en sus enfrentamientos con palestinos, lo que permitirá a los agentes utilizar sus armas sin limitaciones.

El mandatario argumentó que está “actuando con firmeza” y toma unas "medidas sin precedentes" con el objetivo de garantizar la seguridad en los territorios ocupados de Cisjordania y Al-Quds.

Ordenó el despligue de cuatro mil efectivos militares hacia la Al-Quds para enfrentar a los manifestantes palestinos. Cifras de la Sociedad Media Luna Roja Palestina detallan que los hechos violentos registrados en la zona en las últimas 24 horas han dejado al menos 170 heridos.

De este total ocho palestinos resultaron heridos por balas reales, otros 54 sufrieron impactos de balas de gomas; y otros tres fueron golpeados, mientras que otros 105 han recibido tratamiento por inhalación de gases lacrimógenos.

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