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sipango60@hotmail.comEsta persecución y matanza de palestinos, que comenzó en 1947 a manos de los sionistas, tuvo su corolario en lo que se conoce como el día de la Nakba, es decir, el día de “la catástrofe”.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se ha venido haciendo la cama para liquidar lo que hoy conocemos como la Federación Rusa. El celestinaje al sentimiento pronazi que ha emergido entre tanto resentimiento y canibalismo tribal, los gringos han sabido aprovecharlo y lo ha insuflado, para extender su hegemonía.
La República Bolivariana de Venezuela ha atravesado desde el pasado año dos mil doce (2012) toda suerte de boicot económico y de espiral inflacionaria desatada y anárquica, que han hecho necesaria y urgente, una reconversión monetaria, como la que acaba de decretar el Presidente Nicolás Maduro, en la que se eliminan tres ceros al signo monetario actual, junto con otras medidas, que esperamos se hagan efectivas, para que las lacras de la especulación y usura como armas políticas, sean conjuradas y construyamos una nueva cultura económico-financiera y productiva que generen riqueza productiva, entre todos los habitantes de la población.
Sin pretender, en modo alguno, hacer una mala copia de la prosa empalagosa del trujillano Mario Briceño Iragorry, en su libro de ensayos Mérida la hermética (1997), he tomado en préstamo este metatexto de su libro, con otra visión y otra lectura alejada de las complacencias discursivas para la burguesía y su godarria andina, propias del citado autor, cual dedicatoria de emisora radial pueblerina, teniendo en común, la coincidencia de que una de las tres Méridas del planeta Tierra, la de la República Bolivariana de Venezuela es “hermética”, a partir de un conjunto de complejos semióticos o de significaciones, que reflejan lo que hoy somos los merideños y el porqué estamos tan “rejodidos” (en la jerga popular venezolana, su carga semántica no tiene traducción, pero se aproxima a “estar mucho peor que mal”) y alejados de toda la prosa poética y bucólica que en la narrativa, poesía y ensayo con pose academicista y pseudointelectual merideña pretenden vendernos y dejar como testimonio, aparentando ser lo que no somos en Mérida, para así, preservar los intereses de los que pretenden que sigamos siendo lo que ellos quieren que seamos y sinque lo sepamos.