Gobierno boliviano abre diálogo en espera de universitarios
El Gobierno del presidente, Evo Morales, instaló un diálogo con representantes de organizaciones sociales para resolver el conflicto con la Universidad Pública de El Alto (UPEA) y espera la incorporación de este sector que ha impulsado un paro cívico de 48 horas para reclamar un mayor presupuesto.
"Hemos abierto el diálogo con las organizaciones sociales de El Alto, pero en la medida que no está todavía presente la UPEA declaramos un cuarto intermedio (...) La comitiva de ministros y organizaciones sociales en cualquier momento seremos nuevamente convocados para instalar el diálogo, esta vez sí, con los representantes de la UPEA", informó el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada.
Entretanto, directivos del gremio docente universitario de Bolivia conjuntamente con una representación de estudiantes bolivianos de la UPEA, han rechazado el ofrecimiento a diálogo por parte del Gobierno de Bolivia.
Los manifestantes han reiterado su intención de ir a las calles y alzar una huelga de hambre en la Central Obrera Regional (COR), en La Paz, capital de Bolivia.
>> Identifican al asesino de estudiante universitario en Bolivia
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— Freddy Morales (@FreddyteleSUR) 5 de junio de 2018
El Gobierno boliviano garantiza la apertura al diálogo en miras a resolver el conflicto, sin embargo, para los representantes de la UPEA el único interlocutor válido es el primer mandatario.
"Creemos que ahora, que está ya abierto el diálogo, aunque en un compás de espera a que se incorpore la UPEA, no hay ya pretexto para continuar medidas de presión, no hay argumento para seguir en posturas intransigentes", dijo el ministro.
Las jornadas de protestas ya cobraron una primera víctima el pasado 24 de mayo, se trata del estudiante Jhonatan Quispe, de 20 años de edad, quien murió al ser impactado por una canica de cristal.
Por este crimen fue responsabilizado el subteniente de la Policía boliviana Cristián Casanova, quien cargó su escopeta contra los marchistas pese a la orden de Gobierno de no usar armas.