Medios locales difundieron una serie de mensajes privados escritos por el expresidente de la región autónoma de Cataluña, Carles Puigdemont, en los que reconoció que el proceso independentista "fracasó" y que él fue "sacrificado" como candidato.

En los mensajes, enviados al diputado de la Izquierda Republicana de Cataluña (ERC en catalán), Toni Comín, expresó su deseo de que "los políticos y líderes independentistas encarcelados puedan salir todos de la cárcel porque si no el ridículo es histórico" y que el "Plan de Moncloa triunfa", entre otros. 

"Supongo que tienes claro que esto se ha terminado –escribe Puigdemont a Comin-. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis "consellers" (espero y deseo), pero yo ya estoy sacrificado", se lee en uno de los escritos.

", escribió Puigdemont. 

El límite de la privacidad

Tras la divulgación de estos mensajes, el mismo Puigdemont ha salido al paso. En un mensaje público compartido a través de su cuenta de Twitter, el independentista alegó que la privacidad es algo que nunca se ha de violar. 

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Por su parte, el diputado Comín también expresó su rechazo a la divulgación de la conversación privada entre ambos. 

El Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) también denunció la divulgación de los escritos y calificó de "lamentable" la filtración de los "mensajes privados" que el expresidente catalán Carles Puigdemont envió a Comín.

"Se trata de mensajes privados filmados al parecer sin consentimiento de los implicados y eso es lamentable", expresó Carles Campuzano, portavoz de la organización.

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