Este Primero de Mayo los trabajadores brasileños salieron a las calles para exigir la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el restablecimiento de los derechos laborales vulnerados en el Gobierno de facto de Michel Temer.

Los principales sindicatos de Brasil acordaron sumar a esta jornada la petición de libertad del líder del Partido de los Trabajadores (PT), por considerar que se encuentra detenido de forma injusta desde el pasado 7 de abril luego de la condena a segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por supuesta corrupción. 

En la manifestación en conmemoración del Día del Trabajador exigieron a Temer una política económica que genere empleo y renta, un sistema de pensiones público, el fin de la ley de congelación del gasto público y la derogación de la reforma laboral.

El itinerario de las protestas en la Zona Metropolitana de Belo Horizonte contempla una misa para los trabajadores en la Plaza de la Cemig, en Contagem, a las 07H30 hora local para luego dar comienzo a las actividades de calle.

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El presidente Temer ha intentado desde el 2017 introducir modificaciones a las Leyes del Trabajo de Brasil en al menos 100 artículos, con el rechazo de los brasileños. 

Una de estas modificaciones plantea el aumento de la jornada laboral, de ocho a 12 horas diarias; el aumento de la edad mínima para el derecho a jubilación y la autorización de la tercerización o subcontratación.  

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