El primer ministro griego, Alexis Tsipras, denunció este martes lo que denominó un intento por humillar a su Ejecutivo, al afirmar que la insistencia de los acreedores internacionales en implementar mayores recortes tiene motivos políticos.

Ante su grupo parlamentario, el líder del partido Syriza invitó a los acreedores europeos (Comisión Europea y Banco Central Europeo)  a juzgar las duras propuestas del Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que este funge como acreedor al que le atribuye una responsabilidad criminal en la actual situación de Grecia.

“Ha llegado el momento de que las propuestas del FMI sean juzgadas no solamente por nosotros sino por Europa (...), que debe debatir tanto sobre Grecia como sobre el futuro de la zona euro”, manifestó Tsipras.

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“Queremos dejar, tras 4 años, un país sin austeridad y donde reine la igualdad” refirió el gobernante, quien asumió su cargo en enero pasado.

Al mismo tiempo, consideró que el BCE estaba insistiendo en la "estrangulación" financiera para Grecia y acusó a ese organismo y a la CE por resistirse a ofrecer un alivio de deuda.

Solución fuera del euro

Para el economista Enrique Casais, el tema de Grecia es un problema político muy fuerte, que les ha salido mal a los acreedores, pues la nación helena puede buscar una solución que no sea el euro.

Si bien el propio Tsipras ha expresado su deseo de permanecer en la moneda común, varios especialistas ven como una posibilidad que Atenas salga de la Eurozona.

En ese sentido, Casais explicó en entrevista con teleSUR que Grecia podría acercarse a China, pues el problema financiero del país europeo es minúsculo para naciones como la asiática.