Rusia derribará carguero espacial antes de caer a tierra
Roscomos intenta derribar el carguero Progress M-27M, desviándolo de su ruta actual, en la que desciende descontroladamente a la Tierra.
La agencia espacial rusa Roscomos informó que están evaluando la posibilidad de derribar la nave Progress M-27 M, antes de que siga su rumbo descontrolado hacia la tierra. Esto, luego de haber perdido el control sobre los propulsores del carguero este miércoles, el cual llevaba insumos para los seis astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Así lo informó el director de la industria aeroespacial, Ígor Komarov, quien explicó que los ingenieros de la empresa tratan de controlar los sistemas del carguero, para desviarlo de su ruta actual y destruirlo. En vista que es imposible que la nave recupere su vuelo de forma segura hacia la (EEI) .
La velocidad del descenso dependerá del estado de la atmósfera y el viento solar.
Al parecer, los fragmentos del carguero podrían ingresar a las capas densas de la atmósfera, desde el cinco al siete de mayo, sobre un lugar de la tierra desconocido que -tal vez- se podría predecir durante esa fecha. Hasta ahora, en 24 horas la nave ha perdido decenas de metros de altura.
La nave estaba cargada con dos toneladas y media de insumos, como combustibles, oxígeno, alimentos y equipos científicos.
Vale destacar que el lanzamiento se dio con normalidad, pero poco antes de que la nave se desprendiera de la tercera etapa del cohete, por razones desconocidas -que están investigándose- la nave dejó de enviar los datos telemétricos a las estaciones terrestres.
Los seis astronautas que esperaban los suministros que llevaba la nave, no se ven urgidos por el incidente, porque disponen de varios meses de reserva. Sin embargo, para el mes de agosto, Roscomos tiene proyectado el lanzamiento de otro carguero.
Los costos de este accidente podrían superar los 90 millones dólares.
El Progress además de insumos básicos, llevaba una réplica de la bandera soviética que el Ejército Rojo izó en Berlín en 1945 y que los astronautas rusos usarían para conmemorar el 9 de mayo, que marca la victoria aliada contra los nazis en la II Guerra Mundial.
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