Unos tres millones 821 mil 926 juguetes fueron decomisados en Venezuela a la compañía distribuidora Kreisel por mantenerlos acaparados en sus galpones y suministrar información falsa acerca de su inventario.

"La cantidad de juguetes que existen en el inventario están desde el 2009, aproximadamente”, detalló William Contreras, quien dirige la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde), organismo encargado de supervisar y fiscalizar los precios justos en el país suramericano en el marco de la guerra económica impuesta por empresas privadas, junto a sectores de la derecha para atacar al Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro.

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La empresa Kreisel es la mayor distribuidora de juguetes de Venezuela y pretendía vender con sobreprecio los productos adquiridos con dólares otorgados por el Gobierno venezolano con un valor preferencial, y así obtener ganancias de 54 mil por ciento.

La Sundde ordenó tras el decomiso la detención de los representantes de Kreisel en el país por el delito de especulación. Al respecto, los responsables alegan que los juguetes “son viejos o descontinuados”.

Kraisel tiene unos 300 clientes en todo el país y vende juguetes con un 329 por ciento de especulación, por lo que, de acuerdo con la disposición el Sundde, la mercancía decomisada será distribuida por los Comité Locales de Abastecimientos y Producción (Clap) a las familias venezolanas.

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"Estos productos van a ser puestos a la orden de los Clap,para que los niños y niñas de Venezuela tengan su niño Jesús garantizado y para que esas empresas puedan aprender que no se puede jugar con los derechos de los venezolanos, porque hay un gobierno firme y decidido a garantizar los derechos a todos los venezolanos”, enfatizó Contreras.