En China las cerezas y otras frutas latinoamericanas y caribeñas como los arándanos o aguacates, entre otras, tuvieron mucha demanda en el país asiático, especialmente durante las vacaciones de la Fiesta de Primavera, Año Nuevo Lunar chino, que cayó el 8 de febrero este año.

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Los consumidores chinos en las vacaciones anuales suelen comprar regalos por la festividad, ya que es una oportunidad para reunirse con los familiares y la más importante en la tradición cultural china. Dulces, carne de diferentes tipos, hortalizas y las cerezas chilenas se vieron en los carritos de compras en los supermercados de Beijing, capital china.

El gigante asiático importa una gran cantidad de cerezas del extranjero, con Chile como el principal exportador hacia China. 

De acuerdo con la Asociación de Exportadores de Chile (ASOEX), un 80 por ciento de las cerezas chilenas fueron enviadas a Asia, con China como el mayor mercado asiático del país latinoamericano. 

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Otros de los países que tiene demanda de los consumidores chinos por sus frutas es México. A finales de enero, un embarque de 173 kilos de frambuesas cultivadas en el noroeste del país azteca fue transportado a China mediante una nueva ruta logística, abierta después de un encuentro de los funcionarios de ambos países para acelerar las exportaciones mexicanas de bayas (arándanos, fresas, frambuesas y moras) al país asiático. 

México y China a finales de 2014, firmaron un protocolo fitosanitario en la exportación e importación de frutas con el fin de permitir la exportación de las frutas mexicanas a China a partir de 2015. 

En el periodo de enero a abril de 2015, los agricultores mexicanos exportaron alrededor de 70 toneladas de frambuesas y grosellas a China.

¿Por qué las frutas importadas han sido bien acogidas en el mercado del país asiático, aunque son relativamente caras? El motivo es que cada vez más chinos, que solían consumir en el pasado las frutas locales como manzanas, peras y naranjas, pueden comprarlas, ya que el Gobierno chino intenta duplicar los ingresos anuales medios de los chinos para 2020.

La demanda de frutas latinoamericanas muestran el gusto cosmopolita de las clases medias de China, quienes están dispuestas a pagar más para probar nuevas frutas, especialmente las buenas para la salud.