El jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi al-Mashat, declaró que los aviones israelíes quedarán reducidos y condenados al hazmerreír en los próximos días, luego de que fuerzas de esa nación atacaran el Aeropuerto Internacional de Saná.

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Al-Mashat aseguró que la capacidad de respuesta de Yemen no afectará en absoluto la navegación marítima y aérea internacional. Para garantizar que esta estrategia no cause afectaciones colaterales, se han designado las rutas utilizadas por el enemigo —incluyendo las zonas cercanas a la capital yemení— como «áreas peligrosas para todas las compañías».

En consecuencia, el líder yemení instó a aerolíneas y operadores navales a desviar sus rutas, advirtiendo sobre inminentes operaciones militares contra blancos israelíes en estos corredores. «Ni siquiera los refugios salvarán a los sionistas de las represalias», aseveró.

El jueves pasado, el régimen de Israel llevó a cabo un ataque aéreo contra el Aeropuerto Internacional de Saná, destruyendo un avión de Yemenia Airways que estaba preparado para transportar peregrinos yemeníes hacia Arabia Saudita.

Las autoridades yemeníes informaron que la aeronave se encontraba en fase final de preparación para un vuelo humanitario, y que el ataque también causó daños significativos en la pista de aterrizaje y la torre de control.

Este ataque se produce en medio de las restricciones impuestas por Yemen al paso de embarcaciones estadounidenses y de otros países que transportan armamento hacia Tel Aviv. Al respecto, el líder del movimiento Ansar Allah, Sayyed Abdul-Malik al-Houthi, reafirmó que «el mar Rojo permanece cerrado, y la navegación sigue prohibida para el enemigo israelí».

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