Triángulo de las Bermudas, más allá del mito

triangulo d01 1

Un mapa del Mar Caribe del Atlas de Wilhelm Blaeu, del año 1650, muestra el imaginario Triángulo de las Bermudas delimitado por Miami, las Bermudas y Puerto Rico.


23 de julio de 2025 Hora: 02:56

Historias reales de desapariciones misteriosas de barcos y aeronaves, han matizado las anécdotas de la narración oral desde tiempos remotos. Al relato se suma Internet como herramienta ‘viral’ para sustentar la ficción, a través de noticias falseadas para generar asombro y seguidores en las redes sociales. 

Cuentan que fueron los isleños de Nueva Guinea, al Norte de Australia, los primeros fabricantes de embarcaciones de que se tenga evidencia arqueológica, desde hace 60.000 años atrás. Desde entonces hasta acá, han proliferado las leyendas de embarcaciones que han desaparecido sin dejar rastro, como la más reciente e inverosímil historia referente al crucero Ocean Dream‘, “perdido sin dejar rastro en el mar, desde hace dos décadas”. 

¿Qué sería de la historia sin misterios?

No hay evidencias de la verosimilitud de tal información que desafía la lógica forense, ni medio de prensa que lo sustente científicamente. Lo cierto es que el rumor dio pie a la investigación de un tema irremediablemente enigmático, vinculado al Triángulo de las Bermudas, donde, según el efecto noticioso de varios medios digitales -entre los que se cuenta el enlace de Facebook del National Geographic- desapareció el Ocean Dream en el año 2000, para reaparecer entre témpanos de hielo en las inhóspitas coordenadas del Polo Sur. 

triangulo g01

Aunque no hay confirmación oficial de que el crucero Ocean Dream se esfumara dentro del Triángulo de las Bermudas, las coordenadas de su último contacto coinciden con el límite occidental de esa región. La supuesta reaparición en los hielos antárticos, sin tripulación ni señales de abordaje, ha desatado múltiples especulaciones. Más allá de ello, la curiosidad nos lleva a acercarnos al fabuloso misterio del Triángulo de las Bermudas.

Mar del Diablo

El seudónimo de ese triángulo imaginario, proviene del reporte de desapariciones misteriosas a lo largo de los siglos, tanto de embarcaciones como aeronaves. No obstante, no es el único sitio indescifrable. Múltiples historias similares cuentan de la costa entre Sicilia (Italia) y el norte de África del mar Mediterráneo.

Acerca del Triángulo de las Bermudas se relatan sucesos inexplicables, desde mediados del siglo XIX. Hasta ahora se tiene constancia de la desaparición de más de 50 barcos y 20 aviones en esta zona del planeta, según la Enciclopedia Británica.

Esta sección del Océano del Atlántico Norte, frente a América del Norte, cuyos límites no están definidos, tiene una forma triangular entre la costa atlántica de Florida, hasta las Bermudas y las Antillas Mayores (países insulares: Cuba, Jamaica, Puerto Rico, Haití y República Dominicana). Se estima que la superficie total del denominado Triángulo de las Bermudas, alcanza entre 1.300.000 y 3.900.000 kilómetros cuadrados, equivalentes entre 500.000 y 1.510.000 millas cuadradas.

triangulo d01

Un mapa del Mar Caribe del Atlas de Wilhelm Blaeu, del año 1650, muestra el imaginario Triángulo de las Bermudas delimitado por Miami, las Bermudas y Puerto Rico. Fue así que los escritores desataron su imaginación en torno a los desastres, como Vincent Gaddis, quien acuñó la frase “Triángulo de las Bermudas” y popularizando historias sobre fenómenos anómalos y paranormales. Sucedió por primera vez en 1964, en un artículo de una revista pulp, concentrada en el género de la ficción.

Paradójicamente, la zona también es reconocida por una canción de Barry Manilow – Bermuda Triangle (Live from Manchester, 12/8/08), que muchos califican de “terrible”.

A mediados del siglo pasado, tras la desaparición del ‘Vuelo 19’ en 1945, se esparció la intrigante notoriedad del área. Se esfumó sin dejar rastro una escuadra completa de cinco aviones torpederos de la Marina estadounidense, durante un adiestramiento que llevaban adelante los aviones TBM Avengers.

Sin embargo, otros analistas dicen que muchas de las desapariciones se explican perfectamente por causas naturales o errores de documentación; así lo afirma Lawrence David Kusche, autor de The Bermuda Triangle Mystery: Solved (1975).

Aun se analiza por la Universidad de Southampton, el impacto de las olas anómalas de hasta 30 metros de altura, que podrían formarse en esa zona bajo ciertas condiciones, y serían capaces de hundir -incluso- buques modernos, de acuerdo con un modelo computacional publicado en 2018.

Además de los argumentos, también las historias relatan que el Triángulo “se tragó” en 1918,  al carguero USS Cyclops de la Armada de Estados Unidos, con 309 personas a bordo, del que nunca se encontraron restos. 

A lo largo de la plataforma continental hay bancos y arrecifes que reciben el calificativo de traicioneros. Las fuertes corrientes sobre tales obstáculos, generan nuevos peligros para la navegación y existen evidencias científicas de que navegar por allí con la mar en calma, es todavía más peligroso porque no permite advertirlos.

triangulo h01 1

Sobre los cinco aviones de la Marina estadounidense que se ‘evaporaron’ durante una operación de rutina en 1945, fatal acontecimiento conocido como el “Vuelo 19”, se organizó una búsqueda masiva por tierra, mar y aire.  

A la tragedia se sumó la desaparición de uno de los aviones de rescate y de sus 13 tripulantes. Fue un PBM Mariner, bautizado como el «tanque de gasolina volador», del cual se dijo que la más mínima chispa, podía causarle una explosión. 

De acuerdo con el artículo científico de  National Geographic, los tripulantes de un barco que se encontraba en la zona, informaron haber visto una enorme bola de fuego y atravesar una marea negra en el momento exacto en el que habría estado el avión. Después de la catástrofe, la Marina detuvo la producción de ese modelo de avión en 1949.

En el informe final de la Marina, la desaparición del “Vuelo 19” se achacó a un error del piloto. Tras la protesta de la familia del Jefe de la escuadrilla de bombarderos, al mando del teniente Charles Carrol Taylor y, tras varias revisiones, se cambió el veredicto a «causas o razones desconocidas». 

Lo cierto es que no se encontraron los cuerpos de los catorce pilotos del “Vuelo 19” y los trece del Mariner, ni siquiera los restos de las aeronaves, afirmó el artículo “Triángulo de las Bermudas, una explicación científica”.

La primera noticia escrita sobre ese suceso data del año 1950, escrita por el periodista sensacionalista Edward Van Winkle Jones. Se sumó a esta incógnita el escritor George X. Sand aseguró dos años después, que en la zona había enigmáticas desapariciones marinas. Para 1964, la Argosy Magazine, una revista concentrada en artículos de ficción publicó “El mortal Triángulo de las Bermudas”, refiriéndose a extrañas desapariciones en esas aguas.

Entre 1948 y 1949, fueron dos aviones comerciales británicos reconocidos como Star Tiger y Star Ariel, los que se perdieron mientras volaban entre Bermudas y Jamaica. Para 1963, desapareció el carguero SS Marine Sulphur Queen, con 39 tripulantes. Posteriormente aparecieron flotando los escombros de la embarcación.

Después de cada catástrofe se afirma que se debieron -probablemente- a errores humanos de navegación y condiciones meteorológicas extremas, tormentas impredecibles, corrientes marítimas muy violentas, que por impactantes han alimentado conjeturas entre la conspiración, lo paranormal y lo científico.

triangulo e01 1

«Los mayores problemas en esa zona suelen ser los huracanes, pero no es especialmente una zona de desove de tormentas», confirma Dave Feit, jefe de la rama de previsiones marinas del Centro de Predicciones Marinas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

La corriente del Golfo recorre el borde occidental del triángulo y podría ser un factor. La Corriente del Golfo es como un río oceánico de 64 a 80 kilómetros de ancho que circula por el Atlántico Norte, describe en su artículo especializado, Hillary Mayell.

Mientras tanto Dave Feit añade que el agua caliente y las corrientes de dos a cuatro nudos pueden crear patrones meteorológicos que permanecen canalizados en su interior. «Si se dan las condiciones atmosféricas adecuadas, pueden producirse olas de una altura inesperada. Si la altura de las olas es de 2,4 metros (ocho pies) fuera de la Corriente del Golfo, podría ser dos o incluso tres veces mayor dentro de ella. Los marineros a veces pueden identificar la Corriente del Golfo, por las nubes y tormentas que la cubren», concluye. 

También existe la teoría científica del efecto de los gases de metano, existentes en la región. Se indica que las grandes bolsas de gas metano en el lecho marino, provocan la pérdida de flotabilidad en los barcos cuando se liberan de golpe. 

Es conocido que la mayoría de los depósitos de metano, se encuentran próximos a las zonas continentales. Esta forma no convencional de gas natural, compuesta por una red de agua congelada similar al hielo, forma una especie de «jaula», alrededor de las moléculas de metano. El calor de las aguas tropicales y el de los propios barcos, podría provocar la explosión de metano, formando impactantes corrientes marinas, suficientes para destrozar a un barco, como si fueran de papel.

Existen certezas de anomalías magnéticas, porque las brújulas fallan en esa zona y contribuyen a la pérdida de curso de la navegación. Al propio Cristóbal Colón le sucedió en su viaje el 8 de octubre de 1492, cuando las brújulas “se estropearon” y dejaron de marcar el rumbo. 

Aunque se dice que la cultura los olmeca podría haber descubierto y usado una brújula de magnetita desde antes del año 1000 A.C, se atribuye la invención de la brújula a China, en el siglo IV. 

El escritor Edward Wilson profesor de Literatura medieval y renacentista en el Sidney Sussex Colleg, narra en su novela, basada en investigaciones: – “Colón estaba en medio del mar, y la brújula dejó de funcionar. En ese momento llegó a pensar que la Tierra no era redonda, sino que tenía la forma del pecho de una mujer, y el pezón era un islote celestial”

Otras teorías esotéricas, van desde agujeros o portales dimensionales, el uso de tecnología extraterrestre, energías no comprendidas o la conexión con civilizaciones perdidas, como la Atlántida. Para teorías, se hicieron los colores. 

triangulo b01

Bermudas

Aunque no hay pruebas del año en que fue, ni la identidad del “descubridor”, se le atribuye una primera visita al español Juan Bermúdez, de Palos de la Frontera (Huelva) y de ahí el nombre de las islas. 

Dice la crónica de Oviedo y Valdés -quien lo acompañaba- publicada en 1526, que Bermúdez regresó en 1515, pero un ‘mal tiempo’ no les permitió atracar. Durante un siglo permaneció deshabitada, aunque en ocasiones fue refugio de náufragos, en el siglo XVI. 

Fue precisamente durante una tormenta del año 1609, cuando el barco ‘Sea Venture’ que se separó del resto de la flota de colonos ingleses que se dirigían a Virginia, chocó con los arrecifes. La estructura de las islas es de rocas magmáticas, pero la superficie emergida es en gran parte de naturaleza coralina.

El ‘Sea Venture’ era parte de una armada de nueve barcos de la Virginia Company of London, que zarpó de Plymouth en el suroeste de Inglaterra, con destino a la colonia británica de Jamestown. Fue este el primer asentamiento permanente de ingleses, en el actual condado de James City en Virginia, Estados Unidos.

No se sabe cómo el almirante Somers llegó con aquella embarcación a tierra con la tripulación y 150 personas más. Allí permanecieron durante 10 meses, construyeron dos barcos (Deliverance y Patience), y pusieron rumbo desde las Bermudas a Jamestown. 

Tres años después, la Virginia Company of London reclamó las islas, envió 60 colonos, bajo el mando del primer gobernador Sir Thomas Moore. Como resultado de la colonización fundaron St. George, a lo que se suma la imposición sobre la población que fue llegando procedente de América, consecuencia de la fuga de los esclavos africanos o de su luego de la emancipación.

Posteriormente la posesión británica del Caribe, cobró importancia estratégica para la Royal Navy. Construyeron un buen número de fortificaciones militares a principios del siglo XIX, con una gran presencia de personal regular militar.

Hamilton, un puerto situado en el centro, fundado en 1790, se convirtió en la sede del gobierno en 1815. La retirada de estos contingentes, no concluyó hasta 1950. Ya en el siglo XX, enriquecidos turistas de Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, hicieron de estas islas un destino popular, basados en una transportación más moderna.

Entre 1939 y 1945, las Bermudas adquirieron importancia como base militar, debido a su posición estratégica en el océano Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos firmó en 1941, un acuerdo de préstamo-arriendo con el Reino Unido, ofreciendo destructores del ejército estadounidense, a cambio de los derechos por 99 años, para establecer bases navales y aéreas en Bermudas. 

Bermudas está formado por 360 islas con una extensión de 53.5 km. Es un territorio británico de ultramar, con una población de alrededor de 64.000 personas, ubicadas fundamentalmente en 20 islotes, habitados en un 70 % por personas negras y mulatas. En sucesivos plebiscitos, la mayoría de los habitantes se han opuesto a convertirse en un Estado soberano. Este hecho contrasta con las iniciativas de antiguas colonias británicas en el Caribe, deseosas de romper su vínculo con la monarquía del Reino Unido.

triangulo a01

Triángulo equilátero

El teniente A. L. Russell, en la respuesta oficial de la Guardia Costera de EE.UU. a las consultas sobre el Triángulo de las Bermudas, describe tranquilamente: – «Según nuestra experiencia, las fuerzas combinadas de la naturaleza y la imprevisibilidad de la humanidad superan muchas veces al año, a las historias de ciencia-ficción».

En enero de 2017, la Guardia Costera de Florida anunció que un navío con destino Florida, había desaparecido tras partir el día anterior desde Bahamas. La búsqueda fue suspendida tras 84 horas, sin encontrar la embarcación, ni a sus tripulantes.

Aun así, el Triángulo es un tramo de paso, una ruta rápida frecuentada por aviones y un atajo para los barcos que viajan desde el continente americano a Europa.

La mayor parte del fondo marino del Triángulo de las Bermudas (5791 metros de profundidad) está cerca de su extremo sur; en esta destaca la Fosa submarina de Puerto Rico, sumergida en un punto a 8229 metros bajo el nivel del mar. 

«Decir que bastantes barcos y aviones han caído pasando por allí, es como decir que hay muchísimos accidentes de coche en la autopista New Jersey Turnpike: sorpresa, sorpresa», comenta John Reilly, historiador de la Fundación Histórica Naval de Estados Unidos.  «La región es muy transitada y ha sido un cruce de caminos con mucho tráfico, desde los primeros tiempos de la exploración europea«, minimiza el investigador en su afirmación.

En realidad, son más de 500.000 millas cuadradas de misterio inexplorado. Un Triángulo lleno de tiburones, sobre los que investiga el biólogo marino Dr. Austin Gallagher, en busca de las zonas de reproducción secretas de los escualos “tigre”, por lo ansía que un tiburón pueda guiarlo hasta allí.

Lo cierto es que se hace necesario continuar investigando. Por ejemplo, los científicos que reconocen a la Fosa de Puerto Rico, como la más profunda del Triángulo de las Bermudas, dicen que es muy similar a la de Sumatra, en Indonesia. 

triangulo f01

Hace 21 años un terremoto y maremoto del océano Indico, conocido como el terremoto de Sumatra-Andamá, causó la muerte de más de 275 000 seres humanos, sin contar a los millares de desaparecidos. El sismo provocó inundaciones a una gran cantidad de comunidades costeras, a través de casi todo el sur y sudeste de Asia, incluyendo partes de Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.

Dada la similitud con la fosa de Puerto Rico, los estudiosos creen que es factible pueda suceder un terremoto de magnitud 9, que podría impactar la costa este de Estados Unidos y a Europa.

Los geólogos saben que la fosa se formó al hundirse el borde de la placa tectónica norteamericana, bajo la placa del Caribe y deslizarse contra ella simultáneamente. Por esta razón son posibles los corrimientos de tierra submarino, que podrían amenazar a Boston, Charleston, Baltimore, y sus centrales nucleares en la costa este norteamericana. 

Existen experiencias al respecto, como el accidente provocado por el terremoto de magnitud 9,0, en las inmediaciones de la costa oriental de Honshu, y consiguiente tsunami de Tōhoku, ocurrido el 11 de marzo de 2011. 

El Japón nororiental se vio sacudido por el gran terremoto, tras el cual el tsunami trajo consigo olas de más de 10 metros de altura. El impacto de ambos fenómenos, causaron muertes, gran devastación y después se produjo un accidente grave en la central nuclear de Fukushima Daiichi, finalmente considerado de nivel 7,  de acuerdo a la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos.

Hay que prepararse para algo así, afirman científicos estadounidenses. Para quienes viven cerca de la fosa, podría ser desastroso en el Caribe.

Como si no fueran suficientes los mitos enraizados en la historia, también pesa sobre las áreas adyacentes y sus residentes, las temibles amenazas de las fuerzas de la madre naturaleza.

Autor: teleSUR - Rosa María Fernández