La declaración se produjo horas después de que Reino Unido anunciara su primer ataque conjunto contra Yemen con Washington desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo este año.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal superior de las Naciones Unidas con sede en La Haya, inició los procedimientos el pasado lunes.

Los bombardeos estadounidenses en áreas urbanas, como el mercado de Farwa en Saná, han provocado numerosas bajas civiles, lo que ha generado críticas internacionales y preocupaciones humanitarias.

El ataque aéreo tuvo por objetivo un campamento de desplazados señalado como «Zona Segura» y dejó un saldo total de 15 muertos.

El 90% de la población gazatí enfrenta escasez crítica de agua, alimentos y medicinas, además, los civiles sufren constantemente abusos físicos, psicológicos y sexuales.

El número de palestinos muertos por la ofensiva israelí desde octubre de 2023 hasta la fecha ha ascendido a 51.000, con 116.343 heridos.

Trabajadores sanitarios de Palestina y organizaciones humanitarias denunciaron los bombardeos indiscriminados y el bloqueo del ingreso de suministros vitales por parte de Israel, calificando estas acciones de estrategia sistemática de Israel para destruir el sector salud en la Franja de Gaza.

Los ataques continúan deteriorando la crisis humanitaria en Yemen. Según el Ministerio de Salud de Yemen, 92 civiles han muerto y 165 han resultado heridos desde mediados de marzo.

Los hutíes reiteraron que las agresiones de Washington no los disuadirán de continuar sus operaciones en respaldo a Palestina y advirtieron que mantendrán sus acciones mientras persista el genocidio de Israel en Gaza.

Cabe señalar que, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, expresó públicamente su apoyo al cese de fuego, sin embargo los ataques a la infraestructura energética rusa, continúan .