Al finalizar las conversaciones con su homólogo indonesio, Sugiono, el canciller ruso confirmó que las partes pudieron constataron una «coincidencia o proximidad de posiciones» en la mayoría de los asuntos internacionales más urgentes, reflejando una preocupación compartida por la estabilidad global.

El jefe de la diplomacia rusa fue explícito al señalar la gravedad de la situación en Oriente Medio. «Me refiero a la situación en Oriente Medio, en los territorios palestinos y, por supuesto, al ataque de Israel contra la República Islámica de Irán, y a la necesidad de que la comunidad internacional haga todo lo posible en aras de reducir la escalada y de avanzar hacia la solución de cualquier problema que surja en la mesa de negociaciones», afirmó Lavrov, enfatizando la urgencia de buscar soluciones diplomáticas.

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Este llamado se produce en un contexto de grave escalada militar. En la madrugada del 13 de junio, Israel lanzó varias oleadas de ataques «preventivos» contra instalaciones militares y de enriquecimiento de uranio en Irán, incluyendo Teherán. Israel justificó estas acciones al declarar que este era supuestamente su «frente bélico principal», alegando que la operación «León Naciente» busca evitar una amenaza a su existencia, dado que Irán, según informes israelíes, se ha acercado al «punto de no retorno» en el desarrollo de armas nucleares. Hasta el momento, los ataques israelíes han dejado al menos 224 asesinados y 1.800 heridos en Irán.

Irán, por su parte respondió la noche del mismo 13 de junio con la operación «Verdadera Promesa III», lanzando varias oleadas de misiles y drones contra objetivos militares israelíes. Estos ataques de represalia han causado hasta ahora al menos 24 muertos y casi 650 heridos en Israel, según datos israelíes. Este ciclo de violencia ha generado una profunda preocupación global por la posibilidad de una guerra regional a gran escala.

La postura de Rusia, que aboga por la desescalada y la negociación, se suma a la de otros países y organismos internacionales que han condenado los recientes ataques y llamado a la calma. El ministro Lavrov busca que la comunidad internacional ejerza una influencia conjunta para detener la espiral de violencia y forzar a las partes a buscar una resolución pacífica a las disputas existentes, destacando la necesidad de evitar consecuencias a largo plazo para toda la región.

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