El legendario cofundador de Pink Floyd, Roger Waters, vuelve a situarse en el centro de la batalla por la justicia palestina. Esta vez, el músico británico se ha pronunciado enérgicamente contra el gobierno del Reino Unido tras la reciente ilegalización de Palestine Action, un colectivo que denuncia los vínculos del aparato militar británico con la industria armamentística israelí.

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En un video difundido en su cuenta de X, Waters sostiene un cartel escrito a mano: “Roger Waters apoya a Palestine Action. El Parlamento ha sido corrompido por agentes de una potencia extranjera genocida. ¡Levántate y hazte notar!”. El mensaje fue acompañado por una frase contundente: “Este es el momento. Soy Espartaco”, en alusión al símbolo de resistencia colectiva frente a la opresión.

Palestine Action fue proscrita esta semana por el Parlamento británico bajo legislación «antiterrorista», una decisión celebrada por medios proisraelíes como Fox News y respaldada por figuras del poder político como Sir David Hanson.

La medida coloca a esta organización, centrada en la acción directa contra la empresa de armas israelí Elbit Systems, en la misma lista que grupos como Al Qaeda o ISIS. La legislación también criminaliza cualquier muestra pública de apoyo, lo que podría abrir un proceso judicial contra Waters.

Para el músico, sin embargo, no hay dudas: Palestine Action es “una gran organización de activistas no violentos”, que actúa con ética frente a un entramado colonial que financia y respalda crímenes contra el pueblo palestino. “No son en absoluto terroristas. Los apoyo y siempre lo haré porque es lo correcto”, declaró con firmeza.

Waters también aplaudió al dúo punk-rap Bob Vylan, que en el Festival de Glastonbury coreó cánticos de denuncia contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). “Bien hecho, Vylan. Los quiero a todos los que están alzándose para hacerse notar”, dijo, conmovido.

Mientras Reino Unido blinda sus intereses militares y estrecha lazos con el apartheid israelí, figuras como Waters exponen el costo de levantar la voz. Las autoridades aún no han confirmado si abrirán un expediente formal contra él. Pero su mensaje es claro: frente a la maquinaria de ocupación y represión, callar no es una opción.

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