Reloj de Gaza: Agonía humanitaria sin fin

Hambruna y bloqueo, como parte de genocidio silencioso, exigen una respuesta inmediata mientras la complicidad internacional agrava el sufrimiento palestino.

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La Franja de Gaza enfrenta una situación humanitaria catastrófica tras 84 días de cierre fronterizo impuesto por Israel. Foto: The Cradle.


24 de mayo de 2025 Hora: 14:43

La Oficina de Medios del Gobierno en la Franja de Gaza emitió un urgente llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias, instándolas a asumir sus responsabilidades morales y legales ante la inminente catástrofe humanitaria que amenaza a la población civil.

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En un comunicado oficial emitido el sábado 24 de mayo de 2025, la Oficina de Medios denunció un «genocidio silencioso, pero ensordecedor», perpetrado a través de la hambruna y las continuas matanzas diarias. La crítica principal se dirige hacia la «ocupación», a la que se exige la apertura inmediata de los cruces fronterizos para permitir la entrada de ayuda humanitaria en cantidades suficientes y sin demora.

La situación en Gaza se describe como crítica, con la población civil enfrentando una hambruna catastrófica. La Oficina de Medios subraya la necesidad urgente de una intervención internacional para rescatar a los habitantes de Gaza de esta crisis humanitaria.

La Franja de Gaza enfrenta una situación humanitaria catastrófica tras 84 días de cierre fronterizo impuesto por Israel, denunció la oficina de prensa del gobierno palestino. El bloqueo impide la entrada de ayuda humanitaria esencial, agravando la hambruna y la falta de atención médica para más de dos millones y medio de personas.

Según el Gobierno palestino, Israel mantiene un asedio “asfixiante y férreo” sobre Gaza, cerrando completamente todos los cruces fronterizos. Esta acción, calificada como un crimen de guerra y de lesa humanidad bajo el derecho internacional, impide el acceso de alimentos, medicinas y combustible, esenciales para la supervivencia de la población.

Fotos: The Cradle.

La denuncia indica que cientos de miles de toneladas de ayuda humanitaria se acumulan en el extranjero, deteriorándose mientras la población de Gaza sufre una creciente hambruna.

De acuerdo con las estimaciones, al menos 46.200 camiones cargados de ayuda y combustible deberían haber ingresado a Gaza en los últimos 84 días para cubrir las necesidades básicas de los residentes. Sin embargo, solo alrededor de 100 camiones han entrado, representando menos del 1% de lo necesario.

La situación se agrava por las restricciones impuestas a la distribución de la ayuda. Se alega que Israel obliga a las organizaciones humanitarias a no distribuir la ayuda directamente a los ciudadanos, intensificando el hambre entre los más vulnerables, como mujeres, niños y enfermos.

El Gobierno palestino detalla las graves consecuencias del cierre fronterizo: 58 muertes por desnutrición; 242 muertes por escasez de alimentos y medicamentos, principalmente ancianos; 26 pacientes renales fallecidos por falta de atención médica y nutricional; más de 300 abortos espontáneos en mujeres embarazadas debido a deficiencias nutricionales.

Las autoridades palestinas condenan enérgicamente las políticas de Israel, responsabilizándolo, junto con los estados cómplices, de estos crímenes «perpetrados a plena vista del mundo».

Exigen el cese inmediato del bloqueo y la entrada irrestricta de ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento de la población de Gaza.»

La ya precaria situación humanitaria se ve agravada por la inseguridad y la violencia. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU informó recientemente que 15 de sus camiones que transportaban harina a Gaza fueron saqueados, lo que evidencia el creciente caos y la desesperación entre la población.

«El hambre, la desesperación y la ansiedad por si llegará más ayuda alimentaria contribuyen a la creciente inseguridad», advirtió la agencia en un comunicado. A esta situación se suma la denuncia de Hamás, que acusó a Israel de asesinar a seis miembros de un equipo de seguridad asignado a proteger los convoyes de ayuda, presuntamente mediante un ataque con drones.

Estos incidentes, de confirmarse, representarían una grave violación del derecho humanitario y obstaculizarían aún más la entrega de asistencia a quienes más la necesitan.

A pesar de las promesas del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de aumentar el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza tras las exigencias del presidente estadounidense Donald Trump, una reciente encuesta de un canal de televisión israelí reveló que una mayoría de israelíes (55%) cree que Netanyahu prioriza la preservación de su poder político por encima de poner fin a la guerra en Gaza o lograr la liberación de los cautivos, alimentando las críticas sobre su gestión del conflicto y su impacto en la población civil palestina.

En un ácido análisis, Marwa Osman expone la cruda ironía de la política estadounidense hacia el conflicto palestino-israelí. Osman destaca cómo Donald Trump, desde el Despacho Oval, acusó falsamente al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa de perpetrar un «genocidio» contra agricultores blancos, una teoría de la conspiración desacreditada. Sin embargo, el mismo Trump se muestra reacio a confrontar a Benjamín Netanyahu por el genocidio que sí está ocurriendo en Gaza.

Osman critica la selectividad moral de Trump, quien no cuestiona a Netanyahu mientras Gaza es devastada. La autora argumenta que esta actitud no responde a la búsqueda de justicia, sino al servilismo hacia el lobby israelí.

La sincronización de las acusaciones de Trump con la denuncia de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio, es calificada por Osman como una proyección clásica y una desesperada maniobra publicitaria orquestada por Israel para desviar la atención de sus propios crímenes.

También, Mohamad Hasan Sweidan en su artículo en The Cradle señala que, pese a prometer el fin de las “guerras estúpidas”, Trump incrementó el presupuesto de defensa a un billón de dólares, lanzó una breve guerra contra Yemen, amenazó a Irán y, crucialmente, armó el genocidio israelí en Gaza, evidenciando una contradicción entre su discurso y sus acciones.

Cómo sentencia Marwa Osma: la historia recordará a quienes optaron por mirar hacia otro lado ante la tragedia palestina.

Autor: teleSUR - DRB

Fuente: The Cradle - WAFA - Agencias