La tensión en Oriente Medio mantiene los niveles críticos tras el reciente intercambio de ataques entre Israel e Irán, que han dejado decenas de víctimas y daños materiales significativos en ambos países. En este contexto, el presidente ruso Vladimir Putin mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense Donald Trump, donde abordaron el agravamiento de la situación regional.

Durante el diálogo, Putin condenó enérgicamente la operación israelí contra territorio iraní y expresó su profunda preocupación por la posible escalada del conflicto. El mandatario ruso informó a Trump sobre los contactos diplomáticos que ha mantenido con los líderes de Israel e Irán en un intento por mediar en la crisis.

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Por su parte, Trump reconoció la efectividad de los ataques israelíes pero manifestó su disposición a entablar negociaciones con la parte iraní para buscar una solución pacífica al conflicto.

Erdogan critica a Netanyahu

Paralelamente, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan mantuvo comunicaciones con el príncipe heredero de Arabia Saudí, donde enfatizó que el gobierno de Netanyahu representa «la mayor amenaza para la estabilidad y seguridad regional», demostrándolo una vez más con su ataque contra Irán.

Erdogan subrayó que Israel debe cesar sus acciones militares para reducir las tensiones en la región, advirtiendo que el ataque israelí busca socavar los esfuerzos de paz. El mandatario turco explicó que los bombardeos, que causaron fugas nucleares, demuestran cómo Israel amenaza irresponsablemente la seguridad regional e internacional.

«La región no puede tolerar una nueva crisis ni una guerra devastadora», declaró Erdogan, quien insistió en que la disputa nuclear solo puede resolverse mediante negociaciones diplomáticas.

Operaciones militares dejan saldo trágico

La escalada militar se intensificó tras el lanzamiento por parte de Israel de la Operación León Ascendente, provocando la respuesta inmediata de Teherán bajo la denominada Operación Promesa Verdadera III. Este intercambio de ataques ha resultado en un balance trágico de víctimas civiles y militares.

Según cifras oficiales del enviado iraní ante la ONU, Irán registra 78 muertos y 320 heridos, siendo la mayoría civiles. Israel, por su parte, reporta 3 fallecidos y 91 heridos según informes de prensa locales.

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Los bombardeos han impactado infraestructura crítica en ambos países. En Israel, Tel Aviv sufrió graves daños y el cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel fue alcanzado por proyectiles iraníes. En territorio iraní, las explosiones afectaron ciudades clave como Tabriz, donde una refinería de petróleo fue objetivo de los ataques israelíes.

La crisis actual representa uno de los momentos más peligrosos en las relaciones entre Israel e Irán, con el riesgo latente de arrastrar a otros actores regionales e internacionales hacia un conflicto de mayores dimensiones.

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