Luego de tres jornadas de protestas en la ciudad estadounidense de Los Ángeles contra las detenciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), el mandatario Donald Trump prometió completar el despliegue de tropas para «liberar» a dicha urbe de «la invasión migratoria» y «poner fin a estos disturbios migratorios».

«Se restablecerá el orden, los indocumentados serán expulsados ​​y Los Ángeles será liberada«, expresó el inquilino de la Casa Blanca en una publicación a través de su red social, Truth Social, luego de ordenar el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional (GN).

Este domingo, más de 200 manifestantes protagonizaron enfrentamientos con uniformados de GN en el centro de Los Ángeles. Protestaban contra las redadas migratorias y, en sentido general, contra las políticas de la Administración Trump que tienden a la exclusión y el autoritarismo.

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De acuerdo con medios internacionales, manifestantes y periodistas que cubrían el hecho fueron heridos. Se realizaron 27 arrestos. Los soldados emplearon gases lacrimógenos, granadas de humo e incluso munición letal. Manifestantes que se dispersaron se adentraron en la autopista 101 y provocaron el cierre de la principal vía. Fueron dispersados por la Patrulla de Carreteras.

En la noche, la Policía local publicó en las redes sociales que toda el área del centro de Los Ángeles había sido declarada escenario de reuniones ilegales. «Debes abandonar el área de inmediato», dijeron en tono amenazante.

Para no dejar dudas sobre su intención de sofocar las muestras de irreverencia, Trump dijo a través de Truth Social que «estos disturbios sin ley solo fortalecen nuestra determinación. Estoy ordenando a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la fiscal general, Pam Bondi (…) que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles…».

Además de que Trump dio luz verde al despliegue de la GN -su entrada inició en la mañana del domingo-, el jefe del Pentágono, Hegseth, amenazó con enviar al Cuerpo de Marines para sofocar las manifestaciones. El Presidente estadounidense recalcó que intensificará las redadas y deportaciones.

El Comando Norte de EE.UU. afirmó que 500 marines se alistan para reprimir las protestas antimigratorias en caso de recibir la orden presidencial.

Además del rechazo generalizado a la cacería de migrantes, la militarización de la ciudad se produce en un contexto de profundas diferencias entre el Despacho Oval y las autoridades demócratas del estado. Su gobernador, Gavin Newsom, pidió a los manifestantes expresar su repudio de manera pacífica, para no dar a Trump el pretexto de militarizar, sembrar el miedo y convertir los sucesos en una puesta en escena, que aparte la vista de los motivos profundos del disenso.

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«No le den a Trump lo que quiere», escribió Newsom en sus redes sociales. Su parecer fue respaldado por otras figuras políticas, entre ellas la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y 22 gobernadores demócratas.

La vicegobernadora Eleni Kounalakis declaró que es probable que las autoridades de California presenten una demanda contra la Administración Trump, para que reconozca que «no tenía la autoridad para llamar a la Guardia Nacional ante 400 personas que protestaban de una manera que la policía local pudiera controlar claramente».

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