El papa León XIV nombró este sábado al arzobispo de Chambéry, Thibault Verny, como nuevo presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, una entidad dedicada a la lucha contra los abusos en el seno de la Iglesia.

Tras su nombramiento, el arzobispo Verny expresó su honor por la confianza depositada en él y su plena conciencia de la «grave y sagrada tarea» de la Comisión: «ayudar a la Iglesia a ser cada vez más vigilante, responsable y compasiva en su misión de proteger a los más vulnerables entre nosotros».

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El arzobispo francés ya formaba parte de la comisión, creada por el papa Francisco en 2013, y que hasta ahora estaba bajo la presidencia del cardenal estadounidense Sean O’Malley.

Verny dedicó palabras de reconocimiento a su predecesor, destacando que O’Malley fue una «brújula moral» que «defendió con firmeza la primacía de escuchar las voces de los sobrevivientes de abusos», dándoles espacio para «ser escuchados, creídos y acompañados en su búsqueda de la verdad, la justicia, la sanación y una reforma institucional significativa».

Sobre su hoja de ruta, explicó que sus prioridades son «apoyar a las Iglesias», especialmente a aquellas que aún «luchan por implementar medidas de tutela adecuadas». Añadió que promoverán la subsidiariedad y el reparto equitativo de los recursos para que todas las partes de la Iglesia «puedan mantener los más altos estándares de salvaguarda».

Por su parte, el cardenal O’Malley consideró una «bendición» que el papa haya confiado el liderazgo a un arzobispo que es un «líder colaborativo, comprometido con el avance de la adopción global de medidas de protección y salvaguarda». Destacó que Verny «ha estado en primera línea en la búsqueda de sanación y reconciliación con las víctimas» y en su trabajo con las autoridades civiles para garantizar «la rendición de cuentas ante los graves fallos de la Iglesia en Francia».

En Francia, Verny participó activamente en la lucha contra los abusos, primero en la diócesis de París y luego dentro de la conferencia episcopal, dedicando tiempo a escuchar y acompañar a las víctimas. Se desempeñó como presidente del Consejo para la Prevención y la Lucha contra la Pedofilia de la Conferencia Episcopal hasta el pasado mes de junio. Su objetivo es poner esta experiencia al servicio de la Iglesia universal, sin dejar de lado sus responsabilidades diocesanas.

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